martes, 31 de enero de 2012

El amortiguador


Según la Encuesta de Población Activa correspondiente al primer trimestre de 2011, la cifra de desempleados en España es de 4.978.300, con una tasa de desempleo del 21,52% (Fuente de la EPA Encuesta de Población Activa del INE). Desde 2009, España tiene la tasa de desempleo más alta del primer mundo. La tasa deparo juvenil en España es del 43,61%. El 27 de enero de 2012 se llegó al máximo histórico de paro. La Encuesta de Población Activa cierró el pasado año con una tasa de paro del 22,85%, 5.273.600 personas sin trabajo. Nunca en la historia ha habido tantas personas desempleadas en España. (Wikipedia)

Más de un cuarto de millón de familias, sobreviven sin ningún tipo de ingreso, lo que representa un 52,9% más que en la misma fecha del año pasado. (Eleconomista.es)

La pregunta es necesaria: ¿cómo es posible que, ante tal situación, no haya disturbios graves?

¿Cómo puede ser que sobreviva esa gente, todos esos miles o millones de personas que no tienen absolutamente nada que llevarse a la boca? La respuesta es muy simple, la podemos encontrar en la institución más antigua de la historia y que más atacada está siendo durante los últimos años. La familia.

Porque el hecho es que cuando la gente se vuelve más peligrosa, es cuando no tiene nada que perder. Y alguien que ve que la única manera de dar de comer a sus hijos pasa por delinquir, va a tener más estima por la vida de su progenie que por la contemplación de las leyes o el bienestar de los demás. La única razón por la que, en España, no tenemos a medio país en las calles asaltando tiendas y secuestrando millonarios es por tener un amortiguador tan valioso como el que tenemos, y no apreciamos, como tantas otras cosas, hasta que lo necesitamos de verdad.

Según Jesús Martínez de Rioja: “Es evidente que la familia actúa como amortiguador en tiempos de crisis. Su papel está probado y ayuda a sobreponerse a las dificultades”. Sin embargo, agrega, “esa relevancia no encuentra siempre reflejo en los medios de comunicación ni un apoyo proporcionado por parte de las instituciones y las grandes empresas”.

Sabemos que hay miles de familias que han tenido que volver a la casa de los abuelos, incluso muchas familias numerosas que sobreviven únicamente con la pensión de jubilación de los mayores del clan familiar. Sabemos también de muchos que, aunque tengan que vender el coche, dejar las llaves del piso a medio pagar en la entidad bancaria, aunque tengan que renunciar a todo lo que tuvieron y perdieron junto con su trabajo, siempre queda en casa de papá y mamá un último recurso. Y todo esto es gracias al arraigo que tiene en nuestra cultura la familia, aún en medio de todos los ataques que está sufriendo y que vivimos en el tiempo en que uno de cada dos matrimonios acaba en divorcio.

Hoy me gustaría defender el valor de la familia, ya no solamente como la última salida en una situación de desesperanza y el freno al caos total de nuestra sociedad en crisis, sino como la primera escuela, el entrenamiento para la vida, el lugar donde aprender lo que es la disciplina, la obediencia, el compañerismo, la importancia de compartir, de tenerse a uno mismo como parte de algo, y no como un individuo ajeno al mundo, el valor de la autoridad, de la responsabilidad, a sentirse valioso, protegido, protector, como ese lugar al que acudir en busca de ayuda para problemas, pero también para ayudar a otros, para compartir alegrías, para tener hombros sobre los que llorar y lo más importante, donde aprender a ciencia cierta, sin ningún tipo de reservas ni de excusas, lo que significa el amor.

sábado, 28 de enero de 2012

El planeta privilegiado


El pasado 14 de marzo, estuve hablando un poco acerca del ajuste fino, de la delicadeza y la exactitud con que estaban "programadas" algunas leyes físicas y características de la Tierra para hacer apta la vida. Hoy os traigo un documental que me han recomendado acerca de este tema y que, la verdad, me ha encantado. Se llama "El planeta privilegiado" y comienza tratando el tema del principio de la mediocridad astronómica, es decir,  que no existe intrínsecamente ningún factor especial para la Tierra y que, por tanto, es lógico el presuponer que en el universo hay miles o millones de planetas que albergan vida, incluyendo civilizaciones inteligentes, para continuar hablando de las condiciones favorables que tiene nuestro planeta, no solamente para albergar vida compleja, sino para estudiar el universo mismo.

Espero que os guste, os aseguro que merece la pena.


jueves, 26 de enero de 2012

Cuando la intolerancia se vuelve asesina

La matanza salvaje de ciudadanos inermes sigue su curso en Nigeria ante la indiferencia institucional de los grandes organismos internacionales: Naciones Unidas, Unión Africana, Unión Europea, Liga del Mundo Musulmán, Organización de la Cooperación Islámica. Ninguno de ellos ha tenido el coraje de condenar las atrocidades cometidas por el movimiento islamista, Boko Haram (Prohibida la educación occidental) y de defender sin medias tintas el derecho a la vida de los ciudadanos nigerianos de fe cristiana. Se ha incrustado el miedo visceral en el sistema circulatorio de la política internacional cuando se trata de tomar partido en defensa de la dignidad, el respeto y la libertad de los cristianos. ¿Se imaginan lo que hubiera ocurrido si en Nigeria los cristianos del sur hubieran dado el ultimátum a los musulmanes para que, abandonando todo por la fuerza, se marcharan al norte bajo la amenaza de las armas? Los grandes de las naciones estarían aún haciendo cola ante los medios de comunicación para rasgarse las vestiduras, enjuagarse el sudor de la frente, condenar tan maligna proclama y defender a capa y espada la dignidad sacrosanta de los musulmanes. Y eso sería justo. Pero uno se pregunta: ¿Por qué tanto silencio putrefacto ante la horrenda persecución de los cristianos en Nigeria? Además, lo grave es que la oleada diabólica, creciente y demencial de Boko Haram también golpea sin piedad a los musulmanes. Ocurre en otras partes del continente africano en los que sigue la limpieza rabiosa y sistemática de ciudadanos cristianos. Con los janjaweed en Sudán, los shabbab en Somalia y al-Qaeda en numerosos países árabes y africanos. Todo ello para imponer, instalar y aplicar los dictámenes de la ley islámica (shari‘a).

Se cuentan por millones los cristianos que son perseguidos, amenazados, encarcelados, maltratados, oprimidos y asesinados. En muchas partes del mundo, en países árabes, africanos y asiáticos. Ahí están los hechos escalofriantes a la luz del día para los que quieren verlos. Sobre todo para los grandes organismos que se autoproclaman defensores de los pueblos, que enarbolan la bandera de los derechos humanos y alzan la voz de las libertades civiles. Pero la indiferencia pétrea y gélida de los organismos internacionales ante el maltrato, la discriminación y la violencia contra los cristianos es un insulto alarmante y una injuria incalificable a la humanidad. La escandalosa “boca-cerrada” ante tan graves y brutales episodios, como los que están ocurriendo en Nigeria, demuestra la necesidad urgente de limpiar la broza de las grandes instituciones mundiales y de sacudir el polvo incrustado en las sedes internacionales que dicen representar la libertad, el derecho y la justicia de los ciudadanos de las naciones. Demasiada hojarasca diplomática en los despachos estilizados y pasillos encerados de los que pretenden solucionar los acuciantes problemas del mundo. Permanecen atrofiados y miran para otro lado cuando se trata de defender los derechos de los ciudadanos cristianos. En Nigeria, y en tantos países, se confiscan las propiedades de los cristianos, se queman sus casas, se les expulsa de sus pueblos, se siegan sus vidas a sangre fría. Cabe preguntarse si les da miedo o vergüenza a los organismos internacionales defender la suerte, la dignidad y la vida de los cristianos. La historia de los últimos años lo ha demostrado y sigue demostrándolo que el islamismo radical ha echado raíces prolíficas y tomado auge de conquista en los países africanos. Sirva de botón de muestra un último episodio. Las autoridades del Malí han instado a los misioneros católicos, que trabajan en Gao y Nyoro del Sahel, a que abandonen sus puestos ante el peligro de ser secuestrados o asesinados. Y no han tenido otro remedio que hacerlo para salvar su propio pellejo y el de los demás. Cristianos, musulmanes y de otras creencias tradicionales. Se multiplican las landas del integrismo islamista en África.


Justo Lacunza Balda
Religionenlibertad.com

miércoles, 25 de enero de 2012

El sitio de Dotán


Una vez más, la guerra asolaba la tierra. 

La pequeña ciudad de Dotán, poco más de 10 kilómetros al norte de la capital despertó con un paisaje muy diferente al acostumbrado. Los habitantes, desesperados, contemplaron al mirar al horizonte cómo los valles habían sido usurpados por caballerías recubiertas de metal, cómo el habitual canto de los pájaros había sido acallado por las trompetas de combate, cómo incluso las briznas de hierba habían sido suplantadas por soldados sedientos de sangre.

Esta vez eran los sirios, las tribus arameas se habían unido bajo el gobierno de Ben Harad II y habían traído sus vastos ejércitos a sus tierras para hacerles sangrar, para beber sus vinos, para robar sus cosechas, para violar a sus mujeres y asesinar a sus hijos. Así había sido por siempre, los pueblos se unían y atacaban para robar a los más débiles y que de esta manera no tuvieran poder suficiente como para levantarse y hacer lo mismo con ellos mismos. Desde el principio de los tiempos había sido así.

El ejército arameo era sencillamente brutal. Miles y miles de efectivos de caballería, decenas de miles de infantería, lanceros, arqueros, incluso batallones interminables de carros de combate tirados por los mejores caballos de guerra. Ante aquello, solamente la intervención divina podría salvar al pequeño estado de Israel, que luchaba con todas sus fuerzas para detener el desmesurado avance.

Pero el rey Acab, que gobernaba Israel desde su trono de Samaria, tenía un arma secreta escondida. Eliseo era un profeta que daba una ventaja táctica a los israelitas. Y es que cuando los sirios organizaban una emboscada, Dios se la revelaba a Eliseo y Acab tenía oportunidad de hacer caer a los arameos en una trampa fatal. Nunca los pillaban desprevenidos, pues todo lo que el rey sirio planeaba en las profundidades de su corazón, era desvelado al rey Acab por medio de Eliseo.

Desesperado, Ben Harad II envió a espías por toda Israel para encontrar al profeta que tanto daño le estaba haciendo, no podía permitir que su ventaja numérica fuera truncada por la intervención de este “vidente”.

Eliseo era uno de los testigos de aquel espectáculo matinal. De hecho, todo aquel despliegue, el asedio desmesurado a la ciudad de Dotán, miles de efectivos situados en la campiña, era un intento de asesinarlo. Al fin le habían pillado, y no tendrían clemencia con él. Mirando desde la pequeña muralla, podía contemplar las banderas, las tiendas, las espadas que pedían su sangre, apenas unos metros de roca eran todo lo que le separaba de ese estruendo producido por miles de voces que gritaban por su muerte. Aquello no les detendría.

Junto a él, su criado miraba al ejército, blanco como la leche. Aquella vez el gran profeta, el sucesor de Elías, había sido abandonado por Dios. Ya no hacía falta que nadie le dijera donde estaba el enorme ejército enemigo, pues se encontraba ante sus propias narices, afilando los filos de las espadas que clamaban por sus muertes. Ese era el final, irremediablemente. Y con la muerte de Eliseo, los Sirios acabarían con Israel, su propio nombre sería borrado de la memoria de los hombres.

- ¡Mi señor Eliseo!- El criado era incapaz de quitar la vista del ejército de los arameos, armado con la única intención  de destruirlos. - ¿Qu…qué vamos a hacer?- Le costaba horrores articular siquiera una palabra.

Su señor, Eliseo, en cambio, parecía mucho más entero. Miraba al horizonte, más allá de los enemigos. – No te preocupes, amigo mío.- De hecho, parecía como si en absoluto estuviera afectado por tan funesto destino que les esperaba. Su criado le miró absorto, no se podía explicar la reacción de Eliseo. Pero lo que le terminó de descolocar fue la sonrisa que le apareció en el rostro al profeta. Poco a poco, giró la cabeza hacia su criado.- No temas, pues más son los que están con nosotros, que los que están con ellos.

El asustado criado no entendió nada. Miró a las murallas, apenas unas decenas de defensores temblorosos protegían el muro. Abajo, frente a la puerta, un puñado de lanceros y detrás un par de decenas de caballos de labranza montados por ganaderos que empuñaban improvisadas picas era todo lo que se interponía entre el ejército sirio de miles de efectivos y ellos. Esa batalla estaba perdida. Y allí estaba su señor, tranquilo, sonriente, mirando al horizonte, diciendo que eran más que ellos, completamente inconcebible.

- ¡Oh Señor, Dios de Israel!- Eliseo miró al cielo y elevó las manos mientras gritaba al Dios de su pueblo- ¡Te ruego que abras los ojos de mi siervo para que pueda ver tu salvación!

Y entonces lo vio. El siervo de Eliseo cayó maravillado al suelo de rodillas. No podía creerlo. El ejército de los sirios era impresionante, suficientemente majestuoso como para hacer perder la fe a cualquiera. Pero más allá había otro ejército que dejaba en nada al que los amedrentaba.

Legiones celestiales de ángeles resplandecientes llenaban todo hasta donde lograba llegar la vista. Las armaduras centelleaban con los rayos de sol como si lucieran con brillo propio, de cada una de las centenares de miles de lanzas, pendían banderas de colores vivos. Las caballerías eran blancas como la nieve, montadas por jinetes de relucientes armaduras y resplandecientes vestiduras blancas. Miles de carros de fuego sobrevolaban el increíble ejército celestial.

Su señor, con la sonrisa aún en los labios, se giró de nuevo a su siervo, complacido. - No temas, pues más son los que están con nosotros, que los que están con ellos.- Tendiéndole la mano, le ayudó a levantarse. 

Esta historia, así como su desenlace, se encuentra en la Biblia, en el segundo libro de los Reyes, capítulo 6, versículos del 8 al 23.

martes, 24 de enero de 2012

La hoguera


Hace algunos años, el empleo de un miembro de la familia (generalmente el padre) era suficiente para que toda la familia sobreviviera. De una manera más o menos modesta, el hecho es que era mucho más fácil que un cónyuge (generalmente la mujer) se dedicara al hogar y a criar a los niños. Así ha sido durante cientos, miles de años. Sin embargo, actualmente nos estamos viendo en la situación de tener los sueldos más altos, el nivel adquisitivo más grande desde que tenemos constancia y, sin embargo, tenemos serias dificultades para llegar a fin de mes mientras hacen horas extras tanto el padre como la madre de la familia, sin tener  tiempo para la casa ni para los hijos, teniendo que contratar una asistenta para que atienda las labores del hogar y una guardería o colegio privado con comedor para los niños. No hay otra manera, hay que trabajar mucho más para poder costear tantas cosas como tenemos y “necesitamos”.

Cada vez todo está mucho más caro, y no solamente eso, sino que cada vez son necesarias más cosas. Por ejemplo, pagar la factura de Internet, del móvil o de la luz no era un problema hace 100 años, sencillamente porque, aunque a nosotros nos parezca imposible, vivían sin todo eso. No porque fueran más independientes y “perroflautas” que nosotros, sino por la sencilla razón de que estas cosas no existían, y no se habían convertido en algo tan sumamente necesario como nosotros lo tenemos. No tenían que pagar el seguro del coche, ni los libros de los niños cada septiembre, no se tenían que preocupar por pagar la comunidad ni el alquiler de la plaza de garaje. Antes tenían mucho menos que ahora, pero el hecho es que antes la vida era mucho más sencilla.Por no hablar de la manera en que los precios de todo han ido subiendo mientras los salarios han ido bajando, claro.

Vivimos en la cultura del consumismo, esto es algo que todos sabemos. Hoy en día, cuando más tengamos, más felices somos, o al menos así es como debería ser, y así es como todo el mundo nos vende que tiene que ser. Vivimos en la cultura de la grandeza, de la extravagancia, del culto a la posesión. Y muchas veces, según mi punto de vista al menos, nos dejamos llevar por la tontería de nuestro alrededor y empezamos a ver normales algunas cosas que, si nos paramos a pensar, son un absurdo como la copa de un pino.

Por poner un ejemplo. Todos sabemos la importancia de poder desenvolvernos en el idioma inglés para poder obtener un trabajo. Hoy en día hasta para ser basurero necesitamos saber inglés, prácticamente. Sin embargo, paradojas de la vida, para aquellas personas que realmente deberían ser conocedoras de este idioma, como por ejemplo los diplomáticos o parlamentarios, no solamente no es necesario, sino que de hecho la mayoría lo desconoce. Cuando visité el Parlamento Europeo en Bruselas, me llamó mucho la atención la cantidad de dinero que se invierte en traductores para que todos los eurodiputados se enteren de lo que hablan unos y otros. El artículo 138 del reglamento de la cámara dice: "Todos los diputados tendrán derecho a expresarse en el Parlamento en la lengua oficial de su elección". Nos parece algo normal, es lógico que en un parlamento con tantas lenguas y tantos orgullos nacionales por herir, se traduzca todo a todos los idiomas. Pero el caso es que allí están representantes de 22 lenguas diferentes, lo que significa que para tener todas las opciones de traducciones de lenguas posibles necesitamos más de 500 combinaciones con traductores acreditados. Esto es mucho dinero, demasiado. Por no hablar de las traducciones de todos los documentos a todas y cada una de las lenguas. En total, 163 millones de euros en traducciones solamente en la eurocámara en el 2003, mucho de esto en gastos que podrían haber ahorrado por contratarse servicios que no se utilizaron finalmente. Y todo esto por no obligar a dominar la lengua inglesa, por ejemplo, a todos los que allí nos representan Y esto ocurre también en España, solamente en el Senado se gastan casi 12000 euros en gastos de traducción cada sesión. Esto en un país en el que todo el mundo habla el mismo idioma. Lo siento si hiero sensibilidades nacionales, pero me parece una soberana tontería y despilfarro.

Así, en el momento en que más tenemos y de más calidad de nuestra historia, en un momento idílico para disfrutar de la abundancia, de la tecnología, de las oportunidades. Es ahora cuando estamos más preocupados por sobrevivir, cuando más trabajamos para obtener el pan, cuando menos disfrutamos de nuestros hijos. Pagamos a gente para que limpie nuestras casas y eduque a nuestra progenie, para poder tener el privilegio de trabajar para pagarlo.

Mi madre siempre que puede me recuerda algo que decían los indios acerca de los colonos, y que es perfectamente aplicable a lo que nos sucede hoy en día. “El piel roja hace hogueras pequeñas y se junta, mientras el hombre blanco hace hogueras grandes y se aleja.”

lunes, 23 de enero de 2012

How great is our God


 Hoy, la verdad, estoy con trabajos y tareas hasta arriba. Pero estoy muy contento, muy satisfecho y sé exactamente quien es la persona a la que tengo que agradecer tantísimas cosas como tengo, tantas ilusiones, tantas personas a mi alrededor que me quieren, tantas esperanzas, tanto como me ha sido dado. Así que hoy os dejo con esta canción, una preciosa composición de Chris Tomlin que canta a Dios, lo más grande que te puede pasar en la vida, sin ninguna duda.

Espero que os guste.

El esplendor de un Rey, vestido en majestad.
Deja que toda la Tierra se regocije.
Que toda la Tierra se regocije.

Se envuelve de Luz, y la oscuridad intenta esconderse
Y tiembla con su voz
Tiembla con su voz.

Cuan grande es nuestro Dios, canta conmigo
Cuan grande es nuestro Dios, y todos verán
cuan grande, cuan grande es nuestro Dios.

Edad tras edad Él permanence
Y el tiempo está en sus manos
Principio y el fin
Principio y el fin.

La deidad Tres en Uno
Padre, Espíritu, Hijo
El León y el Cordero
El León y el Cordero.

Nombre sobre todos los nombres
Merecedor de nuestra alabanza
Mi corazón cantará
Cuan grande es nuestro Dios.

Cuan grande es nuestro Dios, canta conmigo
Cuan grande es nuestro Dios, y todos verán
cuan grande, cuan grande es nuestro Dios.

Entonces canta mi alma, mi Salvador, Dios, a Ti
Cuan grande eres, cuan grande eres.
Entonces canta mi alma, mi Salvador, Dios, a Ti
Cuan grande eres, cuan grande eres.

Cuan grande es nuestro Dios, canta conmigo
Cuan grande es nuestro Dios, y todos verán
cuan grande, cuan grande es nuestro Dios.

jueves, 19 de enero de 2012

Tim Tebow


 
Todos los ojos miran a Tim Tebow, de fe protestante, el <em>
 Messi</em>  del deporte americano
En el final de su segunda temporada como profesional, Tim Tebow se ha convertido en la estrella mediática más seguida en Estados Unidos. Nadie le supera, ni en la NBA, ni en la Major League ni en la NHL. El ‘quarterback’ de los Denver Broncos es un referente por su ética de trabajo, su actitud en el campo, y sobre todo, por su fe en Dios como cristiano evangélico .

Hijo de misioneros protestantes, a Tim Tebow le acaban de nombrar como el  “Deportista más popular”  del pasado mes de diciembre. Según la encuesta que lleva a cabo mensualmente la televisión deportiva por excelencia,  ESPN , Tebow supera incluso a la súper-estrella del baloncesto, Kobe Bryant. La NFL, por su parte, le ha  dedicado un especial en su página web .

 El interés alrededor de este jugador de fútbol americano ha crecido por su inmensa progresión deportiva, pero también por su carácter. Tebow nació en las Filipinas, donde sus padres estaban sirviendo como misioneros bautistas.  Uno de los detalles que más ha trascendido de su historia es que su madre decidió no abortar aún cuando se lo recomendaron por el riesgo que ella misma y el bebé corrían al ser tratada por una importante infección.  La historia de ese niño sano pese a los malas previsiones y que después se convertiría en jugador de la NFL  ha inspirado a muchas personas y el propio jugador ha protagonizado mensajes pro-vida junto a organizaciones como la cristiana Focus on the Family.

Además,  en los últimos meses, todos los críticos que le apuntaban como poco más que un fanático religioso han tenido que reconocer la evidencia de que se ha convertido en el líder incontestable de su equipo . “No tiene precisión en los pases” o “no sabe correr” son críticas que aún ahora se oyen sobre el jugador, pero nadie niega ya que ha sido el artífice de  remontadas espectaculares  en varios partidos que parecían perdidos para su equipo. Los Denver Broncos no se cuentan entre los favoritos, pero siguen en los play-offs.

 LA CIFRA 3.16 Y EL TEBOWING
 Después de que el jugador llegara a 316 yardas en pases durante el último partido y a una media de de 31,6 yardas por pase completado, la conversación mediática alrededor del jugador aún ha crecido más. La coincidencia de las estadísticas con los números del versículo Juan 3:16 fue el tema de conversación en las tertulias post-partido .  “Sus estadísticas hablan tanto de su fe como sus palabras” , comentaba un periodista.  El jugador suele escribirse esa misma referencia sobre la típica mancha negra que los jugadores de fútbol americano se pintan debajo de los ojos. El lunes, tras la curiosa coincidencia de las cifras, “John 3:16” se convirtió por muchas horas en uno de los tres términos más buscados en Google.

 Tebow no tiene problemas para mostrar su fe en Cristo ante las cámaras, y lo hace con naturalidad.   Uno de sus gestos más comunes sobre el terreno de juego es doblar una rodilla, apoyar la otra sobre el suelo, y orar brevemente. El gesto ya ha sido bautizado como “Tebowing”.  Lo copian ahora niños y jóvenes en todo el mundo, e incluso se ha creado  una página web de fans que le imitan .

 DEBATE Y PRESIÓN
 Entre los propios cristianos evangélicos de Estados Unidos, ha surgido la duda sobre cómo tratar el fenómeno Tebow . A diferencia de otras celebridades que se llaman cristianos a sí mismos,  Tim sí parece tener una vida íntegra  y su exposición a los medios sólo ha ayudado a confirmar aún más claramente que sus palabras cuadran con sus actos.

 La mayoría de los evangélicos consideran que la figura de Tebow favorece a la imagen pública de los cristianos evangélicos y debería ser apoyado como un modelo de vida cristiana. Otros recuerdan, sin embargo, que no deja de ser un humano más. Ponerle en un pedestal, opinan, sería negativo , especialmente si a lo largo de su carrera comete errores que arruinaran su imagen.

La presión para conseguirlo seguirá allí. Una de las ideas que más comentarios jocosos ha levantado en la NFL han sido sus declaraciones en las que insiste en  su intención de llegar virgen al matrimonio . Entre las reacciones desafiantes está la de una  modelo de la revista Playboy , que ha dicho que “es un bombón, es emocionante que sea virgen”, y asegura que su objetivo será conseguir que Tebow pierda esa virginidad.

 REPUBLICANOS BUSCAN SU APOYO
 Incluso los políticos estadounidenses se han interesado por Tebow . Según ha reconocido el propio jugador,  varios candidatos de las primarias republicanas  que se están celebrando en este inicio de año en Estados Unidos le han pedido su apoyo. Conscientes de su capacidad de influencia y de  su aceptación entre los votantes evangélicos , varios han intentado contactarle con el fin de incluirle en su campaña política.

Un anuncio televisivo de  Michelle Bachmann , que ahora ya se ha retirado de la carrera electoral, le mencionaba: “Se podría decir de Bachamnn lo mismo que de Tebow: ‘no tiene trayectoria, es Cristiana, y como Tebow, sigue luchando y sigue ganando apoyos’”.

 También  Rick Perry , gobernador de Texas, ha intentado aprovecharse de la ola de popularidad del jugador. “Espero ser el Tim Tebow de los caucases de Iowa”, dijo antes de que empezaran las primarias.

 LA AUTENTICIDAD COMO PRUEBA
Muy posiblemente los Denver Broncos no conseguirán ganar el título este año. Pero el impacto de Tebow, más allá de lo deportivo, ya ha sido enorme. Como lo define una aficionada del equipo en el diario Christian Post, “la gente quiere saber qué es lo que hace que Tebow esté tan emocionado. Creo que lo bonito de él es que  sabes dónde está y qué es lo que cree , pero no sale a exigir a sus fans que lean la Biblia, vayan a la iglesia o den sus ingresos a Ongs. No es la enseñanza evangélica sofocante que hace que mucha gente no quiera saber nada de la religión, sino que es una fe mostrada a través de su ejemplo que te hace pensar si es posible que detrás de él haya algo más que sería interesante descubrir”.

 Fuentes:NFL, Christian Post, ESPN, Sky News, 442. 
 
Autores: Joel Forster
© Protestante Digital 2011
 

miércoles, 18 de enero de 2012

¿Orientados?

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Mapa Bizantino del siglo VI orientado al Este
Hace muchos años, había una costumbre que actualmente hemos perdido. El caso es que normalmente, los mapas de la antigüedad están orientados hacia el punto cardinal Este. Es decir, así como nosotros pintamos los mapas con el Norte hacia arriba, ellos lo hacían con el Este, por considerar que era el más importante y el más fácil de localizar de los puntos cardinales.

De ahí viene nuestra palabra “orientar”. Esto es algo que ha dejado tal calado en la sociedad que incluso ahora, cientos de años después de que se dejara de usar este punto cardinal como el más básico, en nuestra propia lengua consideramos que ir por el buen camino significa “ir al oriente”.

La palabra “Oriente” viene del verbo latino “oriri”, que significa nacer, por ser el punto cardinal por el que sale el sol. De la misma manera, oeste, u occidente, viene del latín “occidere”, que a su vez deriva del verbo “cadere”, caer.

Es muy lógico que en el pasado se usara este punto cardinal como el básico, al ser, lógicamente el más fácil de identificar. Era mucho más fácil orientarse hacia el lugar por donde salía el Sol, eso sí que no tenía ninguna pérdida. Además, influyen otros hechos, sobre todo religiosos; Jerusalén está al este de Europa, así como La Meca, incluso el Paraíso estaba situado al oriente, también La Torre de Babel y el Arca de Noe; lugares emblemáticos para millones de personas durante milenios.

Actualmente miramos al norte, todos nuestros mapas, toda nuestra sabiduría y nuestros sistemas se enfocan en el norte. Pero es curioso, que incluso la palabra que da nombre a nuestro punto cardinal favorito viene del oriente, del este. Norte viene del inglés antiguo “noró”, que a su vez viene del vocablo indoeuropeo “ner”, que significa izquierda, porque al mirar al este, al lugar por donde sale el sol, lo que tenemos a la izquierda es el norte.

Pero hay varias razones, y algunas de peso, para que actualmente nuestros mapas consideren que lo que está arriba es el norte, y no el este. Para empezar, cuando no tenemos el referente del Sol, hemos tenido que idear otros sistemas para orientarnos. Para estos menesteres, y sobre todo, para los marineros que debían su vida a la capacidad de saber dónde estaban y hacia dónde se dirigían, se descubrió que el mundo está organizado magnéticamente, y que, misteriosamente, los objetos imantados de alguna manera siempre apuntan hacia aquel lugar que está a la izquierda del este. Así, las brújulas tienen la mágica capacidad de, pase lo que pase, apuntar hacia el norte. También hay una lumbrera, la Estrella Polar, que es de gran ayuda para los marinos por estar indefectiblemente ubicada en el norte. Y en cuanto al Sol, no es complicado saber dónde estar el norte sabiendo el lugar desde el que está saliendo. Por todas estas razones y otras muchas, actualmente hemos considerado como mucho más lógico y más sabio el enfocarnos al norte.

Porque lo cierto es que ahora sabemos mucho más que nuestros pobrecitos antepasados. La verdad es que los conocimientos que dominamos y las técnicas son cada día más avanzadas, jamás supimos tanto como ahora ni fuimos tan grandes como lo somos en este momento.

Pero lo que a mí se me pasa por la mente, sabiendo lo importante que antaño fue el oriente, es si no puede ser que en medio de tantos adelantos, nos hayamos dejado olvidado algo por el camino. Si no fuera posible que la grandeza de la humanidad haya traído intrínseca la ruina del hombre. Si, metafóricamente, con la búsqueda del norte, del magnetismo, de la Estrella Polar y de los musgos en las piedras, hayamos perdido el este, nos hayamos desorientado de nuestra verdadera naturaleza.

martes, 17 de enero de 2012

La circular


“¡Vaya un desgraciado!”. Fue lo único que se le pasó por la mente al pastor protestante que pasaba junto a aquel hombre tendido, tan derrotado que ya ni siquiera suplicaba ayuda, solamente una lata de sardinas abierta y con algunas monedas en su interior mostraba sus intenciones. Había quedado con un miembro de su congregación para tratar un tema muy importante, habían decidido adquirir un nuevo cañón para proyectar las predicaciones y las canciones en la pared para que todo el mundo las viera y debía escoger la mejor, y al mejor precio. La crisis no para por nadie.

La línea circular del metro a esa hora era un hervidero de gente. Muchos habían comprendido que era más rápido y económico usarlo y, aunque resultara mucho menos glamuroso, la verdad es que a fin de mes se nota cada pequeño esfuerzo. Los vagones iban y volvían llenos hasta reventar.

Entre el tropel de gente que circulaba por los grandes pasillos, un comercial, con su corbata y su maletín iba rumbo a la zona que le tocaba cubrir ese día. También pasó junto al desgraciado drogadicto. Le miró. Pero en seguida apartó la vista. Había visto algo muy raro en sus ojos, probablemente fuera alguien peligroso. Estaba tirado en el suelo, con la ropa sucia y seguramente oliera mal, no lo captó bien porque había mucha gente alrededor, pero la pinta que tenía lo decía todo. La droga es mala, esa lección la aprendió hacía un tiempo. Aún jugueteaba con alguna que otra de vez en cuando, pero siempre controlando, eso sí. Le miró el tiempo justo para esquivarle y no contaminarse de su inmundicia. Y sus impolutos zapatos siguieron pisando el suelo. Cuando levantó la vista, contempló a una jovencita que le ayudó a olvidar la repugnancia de lo que acababa de ver. La siguió para situarse cerca de ella en el vagón. Así se olvidaría un rato de la discusión que acababa de tener con su mujer.

“Aquí no se puede estar.” El guardia de seguridad se paró delante del drogadicto. “Este es un lugar público y no se puede permanecer aquí entorpeciendo el paso de los usuarios.” Las palabras correctas trataban de enmascarar la repugnancia que sentía. “Si quiere limosnar, debería pedir un permiso al Ayuntamiento y, por lo menos cantar o algo.”  La gente se volvía para contemplar como era expulsado del lugar donde estaba tumbado este ser indigno. El hombre tardó un tiempo en levantarse, la verdad es que estaba tan débil que apenas se sostenía en pie. Al guardia le faltaban apenas 5 minutos para el cambio, y comenzaba a impacientarse. Quería llegar a casa y seguir con la partida del videojuego al que solía jugar. “¡Te he dicho que salgas de aquí!, ¡más rápido!”.

Su mujer le había dejado y el juez le había concedido la casa y la custodia de sus dos hijos a ella. Desde entonces, todo había ido a peor. Comenzó viviendo en una pensión, pero pronto, la paga que le tenía que dar a su exmujer, era demasiado como para poder seguir además viviendo y pagando la habitación, así que tuvo que decidir buscar otra cosa. Durante un tiempo estuvo durmiendo, cuando encontraba cama, en una casa de unas monjas que ayudaban a los pobres, pero no todos los días encontraba sitio. Su sueldo apenas le daba para mal comer, y sus ropas cada vez estaban más sucias. Todo esto hizo que le echaran del trabajo, no era lógico que un dependiente de una frutería oliera así de mal, o que fuera a trabajar con aquellas pintas. Así que bajó aún otro escalón. En la calle, se hizo algunos amigos, o él pensaba que lo eran. El caso es que aquellas drogas que probó alguna vez de joven y que ellos tomaban le dieron una salida temporal a su ruina de vida. Y llevaba ya 2 años malviviendo en las calles, sobreviviendo como podía, comiendo de lo que encontraba en la basura y, siempre que tenía mono, iba al metro a pedir limosna, al menos estando colocado podía olvidar por un rato todos sus problemas.

Decisiones fallidas, caminos erróneos. Este hombre acabado había equivocado el norte en demasiadas ocasiones, y allí estaba, saliendo humillado del metro bajo la atenta mirada de los curiosos, mientras le seguía un guarda malhumorado. La vida le había vapuleado vez tras vez de tal manera que poca diferencia había entre ese maloliente hombre y un cadáver. “Ya no tengo más salida”, pensaba “sobreviviré hasta que pueda volver a colocarme, después, solamente esperaré que se me pase para volver a sobrevivir el tiempo suficiente para volver a colocarme. No hay nada más para mí, no soy nada más que esto.” Al alzar la vista y contemplar un niño de la edad de su hijo pequeño que iba de la mano de su madre, mirándole con cara de asco, se le escapó una lágrima. “Yo no quería esto. He fallado, pero yo no quería esto. ¿Es que no hay una segunda oportunidad para un fracasado como yo?”

Porque la verdad es que Samaria queda muy lejos de Madrid, y los días en que nos ayudábamos unos a otros, muy remotos en el tiempo…

lunes, 16 de enero de 2012

13 años


Prácticamente, desde que tengo uso de razón, he acudido a la Iglesia. A una protestante. Es posible que esto me haya hecho ser un poquito más raro de la cuenta o que me haya hecho hablar de una manera extraña, pues como todo el mundo sabe, en esta vida se pega todo menos la hermosura y, para qué nos vamos a engañar, entre los protestantes hay gente muy rara.

En el colegio, era el único que no cursaba la asignatura de religión, pues en aquel entonces era únicamente católica, y claro, yo era de los otros, así que nada de nada. Me dedicaba a hacer dibujitos mientras era testigo de lo que aprendían mis compañeros.

Pero la verdad es que el hecho de ser raro, o de ir los domingos a cantar canciones en la Iglesia, o el hecho de aprender historias de la Biblia y memorizar versículos no me hacían ser más ni mejor. Es obvio que me alegro de haber estado en la Iglesia en lugar de andar por la calle tirando piedras a las ventanas de las casas, pero vivir en una familia protestante no me hacía mejor persona, ni más alto, ni más bueno, ni más listo. Ni siquiera me garantizaba absolutamente nada en el caso que yo hubiera muerto y me viera en la obligación de rendir cuentas a Dios.

Pero un día, todo cambió. Y hoy se cumplen 13 años de aquello. El 16 de enero de 1999, tomé una decisión personal. Una decisión que trastornaría toda mi vida a partir de entonces, y que me daría una seguridad de que la muerte no me enviaría a un lugar peor. Esta decisión que tomé fue la de aceptar como mío el sacrificio hecho por Jesús, Dios mismo, en la cruz, en mi favor, el sacrificio que pagaba toda deuda que yo había contraído con el Creador durante toda mi vida, incluso la que estaba por llegar. Aquel día no cambió todo de una manera radical, pero la semilla del cambio comenzó a germinar.

Desde ese día pasé de estar en una religión a estar en la otra, pasé de ser el chico raro que se diferenciaba por tener “otra religión” a ser un hijo de Dios, a ser un amigo del Creador. Ahora tengo la puerta abierta siempre que quiera para hablar con Él, para contarle mis problemas, para pedirle que me ayude, para recibir consolación en los buenos momentos, alguien a quien acudir para alegrarme en las dichas. Ahora ya nada es lo mismo. Ya no tengo que preocuparme por el mañana, pues sé que Dios, mi Padre es el soberano, puedo descansar por las noches sabiendo que nadie me apartará de aquello que debo hacer, de estar con quien debo estar, de ser quien, de hecho, soy.

Aprendí una lección, que Dios no tiene nietos, solo hijos. Que el hecho de estar en una familia que va a la Iglesia, o el hecho de hacer esto y lo otro de una manera mecánica o “religiosa” no tiene más sentido que el hacerlo en sí mismo. Que seguir a Dios es una decisión personal, que aceptar la salvación que ofrece Cristo y tener la confianza de una vida plena y una eternidad increíble es una decisión que nadie puede tomar por uno, es totalmente personal y absolutamente consecuente.

Hoy hace 13 años que pasé de muerte a vida, de condenación a salvación, de tristeza a alegría. Es evidente que me influyó el hecho de haber sido criado en la familia donde estuve y que todo a mi alrededor condicionó en mayor o menor medida este momento, pero lo que sí que puedo decir es que fue mi decisión, de nadie más. Decisión de la que en ningún momento me arrepiento porque aún no ha llegado el día en que Dios haya dejado de ser fiel, ni llegará. Porque hoy más que nunca estoy seguro del acierto que hice ese día.

El 16 de enero de 1999 tomé la mayor y más importante decisión de toda mi vida. Y pienso vivir el resto de mis días en este mundo como una consecuencia de aquella decisión.

viernes, 13 de enero de 2012

Por qué odio la religión pero amo a Jesús

¿Qué tal si te digo que Jesús vino a abolir la religión?
¿Qué tal si te digo que votar por el PP no era realmente su misión?
¿Qué tal si te digo que "de derechas" no necesariamente quiere decir cristiano, y que sólo porque llames a algunos “ciegos" no te hace ver?
Es decir, si la religión es tan buena, ¿por qué ha comenzado tantas guerras?
¿Por qué construye iglesias enormes, pero falla al alimentar al pobre?
Les dice a las madres solteras que Dios no las ama si se han divorciado, aún cuando en el Antiguo Testamento Él llama “prostitutas” a los religiosos.
La religión predica gracia, pero otra cosa practica.
Tiende a ridiculizar a la gente de Dios, lo hicieron con Juan el Bautista.
No pudiendo arreglar sus problemas, trata de enmascararlos, sin darse cuenta que es como echar perfume en un ataúd.

El problema con la religión es que nunca se llega a la base.
Solo una modificación de conducta, como una larga lista de tareas.
Así que vistamos el exterior, hagamos que luzca bonito y pulcro.
¡Qué gracioso!, eso es lo que hacen con las momias, mientras el cuerpo se pudre debajo.

No estoy juzgando, sólo digo "ten cuidado de parecer falso, porque hay un problema si la gente sólo sabe que eres cristiano por tu Facebook".
Es decir, que en cualquier otro aspecto de la vida sabes que esa lógica indigna, es como decir que juegas en el Madrid sólo porque te compraste la camiseta.
Mira, ese era yo también y nadie parecía estar encima de mí, actuaba como un niño de iglesia, mientras era adicto a la pornografía.
Yo iba a la iglesia el domingo, pero el sábado me desvanecía actuando como si hubiera sido creado simplemente para tener sexo y terminar desgastado.
Pasé toda mi vida poniendo una fachada de pulcritud, pero ahora que conozco a Jesús, me alegro de mis debilidades.

Porque si la Gracia es agua, entonces la Iglesia debería ser el océano.
No es un museo de gente buena, es un hospital para el quebrantado.
Ya no tengo que ocultar mis faltas, no tengo que ocultar mi pecado, porque mi salvación no depende de mí, sino depende de Él.
Porque cuando era el enemigo de Dios, y desde luego no era su fan, Él me miró abajo y dijo, “yo quiero a ese hombre”.
Por eso es que Jesús odiaba la religión, y por eso los llama necios, ¿no ves que Él es mejor que sólo seguir algunas reglas?

Ahora quiero aclarar algo, yo amo la Iglesia, amo la Biblia y sí, yo creo en el pecado, pero si Jesús llegara a tu iglesia, ¿realmente lo dejarían entrar?
Recuerda que Él fue llamado glotón y borracho por gente “religiosa”.
Pero el Hijo de Dios no aplica nuestra propia justicia, no lo hace ahora, ni en ese entonces.

Ahora, vuelvo al tema y creo que una cosa es vital mencionarla, cómo Jesús y religión son aspectos opuestos.
Razón por la cual la salvación es gratuitamente mía, y el perdón es mío propio. No basado en mis esfuerzos, sino solamente en la obediencia de Jesús.
Porque Él tomó la corona de espinas, y su sangre goteaba por su rostro. Él tomó lo que todos merecíamos, creo que por eso lo llamamos Gracia.
Mientras era asesinado, Él gritó “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”.
Porque cuando era colgado en esa cruz, Él estaba pensando en ti.
Él pagó por todos tus pecados y luego lo enterraron en la tumba, es por eso que estoy de rodillas en la cruz diciendo “vamos, hay espacio”.
Ahora sé que odio la religión, de hecho, literalmente, estoy resentido.
Porque cuando Jesús dijo, “Todo está pagado”, estoy seguro que lo decía en serio.

"Mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia." Romanos 4:5






(La traducción es básicamente la que aparece en el vídeo, he modificado algunas cosas para que se entiendan mejor en España y otras porque considero que no estaba bien traducida del todo. De todos modos, si veis algún fallo, no dudéis en comentármelo.)

jueves, 12 de enero de 2012

Dios ha muerto


La cosa está mal.

Y no es que esté peor que nunca o que la situación sea completamente novedosa, pero sí que hay algo que se respira en el aire que no se percibía antes. El ser humano parece moribundo, y lo que olemos es el hedor de la putrefacción de sus miembros infectados. Varias veces he descrito algunos aspectos de la ruina moral, económica y social que vive esta humanidad malherida, la manera en que, en plena cúspide de nuestra evolución intelectual, tecnológica y científica, nos hemos dado cuenta de estar al borde de un precipicio, y la fuerza de la inercia nos empuja con tanta fuerza que ya dudamos que haya alguien que pueda salvarnos de esta hecatombe. En mayor o menor medida, esto es algo que cualquiera que se haya parado a pensarlo está de acuerdo. El ser humano agoniza, y se dirige irremediablemente hacia la tumba, desquiciado, abandonado, putrefacto.

¿Cómo hemos llegado hasta aquí? ¿En qué momento se nos fue todo de las manos? ¿Qué hemos hecho tan mal? Pienso que la respuesta la podemos hallar en otra afirmación de una decadencia, de una muerte.

“Dios ha muerto”, afirmó Nietzsche. Este podría ser un resumen bastante eficaz de la sociedad desde el siglo XIX. El ser humano ha llegado al punto de afirmar la muerte de su progenitor, y en base a esta afirmación ha llegado a ser mayor de edad y ha buscado su camino alejado de cualquier rastro de la Biblia. Hemos echado a Dios de nuestras universidades, de nuestros colegios, de nuestras calles, de nuestros corazones, de nuestros televisores, incluso hemos intentado echarle de nuestras iglesias. Total, las iglesias son enormes tumbas de un dios que antaño reinó y hoy hemos conseguido destronar. “Dios ha muerto”. Ya no le necesitamos para explicar el paso de las estaciones, ya no le necesitamos para llegar a existir, ya no le necesitamos para protegernos, ya no le necesitamos para nada, le hemos repudiado. Ahora hemos crecido, somos mayores, orgullosos, fuertes, poderosos. Ya no le queremos. Nos hemos independizado. No hay lugar para Él, y le hemos enterrado.

Así que hemos creado una civilización a nuestra imagen y semejanza, una en la que no tengamos que responder por nuestros errores, una en la que cada vez sea más sencillo hacer lo que nos venga en gana, una en la que la medida de la verdad, de la justicia y de la libertad sea la que nosotros pongamos.

Pero hemos errado profundamente. Pensamos tener edad y madurez suficiente para independizarnos de Dios, supusimos ser lo suficientemente mayores como para guiar nuestro propio camino. Fuimos engañados. Atrapados en nuestra adolescencia, pedimos la herencia a Dios y nos fuimos a gastarla como bien nos vino en gana. Pero olvidamos lo esencial, y es que le necesitamos. La verdad es que enterrar a Dios fue enterrarnos a nosotros mismos.

Y ahora, creyéndonos libres, independientes, fuertes e invencibles, hemos caído, y seguiremos haciéndolo. Ahora, cuidamos a los cerdos de cuyas algarrobas ansiamos llenar nuestros estómagos. Ahora, en medio de nuestra altivez, nos planteamos si no será verdad que hay algo más allá, si es posible que hayamos sido engañados. Atrapados en medio de nuestros excrementos nos paramos a pensar si no sería posible que estuviésemos equivocados y no fuéramos tan adultos, tan capaces, tan independientes como pensamos en un principio.

Ha venido una crisis económica, sí. Pero no es más de una cara de la crisis que tenemos encima, es posible que sea la que nos haga reaccionar, pues nos afecta la zona más sensible y querida, el bolsillo. Pero si el hambre nos hace recapacitar y reaccionar, bienvenida sea.

Porque el hecho es que, por mucho que nos hayamos empeñado en enterrarlo, Dios no ha muerto. Sigue ahí, esperando. Nos hemos empeñado en expulsarlo de nuestras vidas, sin ser conscientes que firmábamos nuestra condena con tinta de oro. Y hoy agonizamos a causa de nuestro orgullo.

sábado, 7 de enero de 2012

El dinero II: Patrón oro

El pasado 15 de noviembre, reduje la extensa historia que condujo a la creación del dinero en una historieta que nos contaba la manera en que el trueque llevó necesariamente, por razones de logística y comodidad, al uso de un comercio con bienes que, aunque no tuvieran un uso en sí mismos, valían para intercambiarlos por otros bienes o servicios. 

En el cuento narraba cómo una comunidad comenzó a usar pepitas de oro como bien intercambiable, pero la historia nos cuenta cómo fueron muchos otros objetos los que fueron usados de esta manera como alimentos, conchas, otras piedras preciosas o incluso plumas, al terminar la Segunda Guerra Mundial, se llegó a usar como moneda de cambio el chocolate. La única condición para estos bienes de intercambio era que todos los que lo usaban lo apreciaran y lo aceptaran como moneda de cambio valiosa. Tanto es así que incluso hoy en día se usan como moneda de cambio en las prisiones cigarrillos, y son usados de esta manera incluso por los no fumadores, sabedores que pueden intercambiarlos por bienes y servicios.

Con el tiempo, se comenzó a extender el oro y la plata como dinero por todo el mundo mediterráneo por su facilidad de conservación y movilidad. Pero esto tenía un problema, y es que si se usaban piezas de oro, o bien eran demasiado valiosas para la gente de a pie, o bien demasiado pequeñas para que se pudieran usar de una manera normal, mucho más para no perderlas. Entonces se comenzaron a usar mezcladas con otros materiales para que su valor dependiera de la cantidad de oro o de plata que contenía.

Pero esto llevó a que, como suele pasar, saliera a relucir la picaresca y se solían usar mezclas de baja calidad para engañar a los incautos. Entonces los reinos y los gobernantes tomaron cartas en el asunto, y comenzaron a acuñar monedas oficiales que, mientras servían de método de publicidad de los gobernantes, daban su aval a la calidad de las monedas, poniendo punto y final a los intentos de particulares de lucrarse con monedas de baja calidad. Así, comenzaron a circular monedas de metales preciosos en mayor o menor cantidad y con las efigies de diferentes reyes, reinas o símbolos de imperios y naciones, y así continuó siendo durante miles de años.

Pero la evolución, aunque tardó en llegar, no paró en las monedas de metales preciosos. Los estados comenzaron a emitir monedas que, en sí mismas carecían de valor, pero se basaban en el oro o la plata que había en las reservas del estado o banco en cuestión. De esta manera, se introdujo el billete, un papel que básicamente era un cheque al portador, es decir, este papel significaba que quien lo poseyera tenía el derecho de ir al banco o a la entidad que lo emite para que les de la cantidad de oro consecuente.

Durante los siglos XVIII y XIX se usaron los patrones oro y plata, aunque en la Primera Guerra Mundial, se impuso el patrón oro para todos los estados y sistemas monetarios. Pero llegó la crisis del 29, en que la desconfianza en el sistema económico llevó a que millones de personas se presentaran en los bancos para reclamar el oro que valían los billetes que tenían. Esto, acompañado, o más bien generado, por una crisis bursátil, llevó a la bancarrota de los estados y de las familias. Para que no volviera a suceder, se prohibió que los particulares pudieran cambiar el papel-moneda en oro.

A través de la segunda mitad del siglo XX, todo cambió tan rápido y fuera de control que se impuso una nueva evolución al finalizar la Segunda Guerra Mundial. Este cambio se llamó Bretton Woods, y se basaba en que la moneda de cambio seguiría siendo el oro, pero con un precio en dólares, es decir, que todas las divisas serían convertibles en dólares estadounidenses y sólo el dólar estadounidense sería convertible en lingotes de oro a razón de 35 dólares por onza para los gobiernos extranjeros.

miércoles, 4 de enero de 2012

2012

Bueno, pues aquí estamos, ya hemos llegado. El 2012 vino, fue recibido, al menos en mi caso, con 12 uvas y ya lo tenemos encima. Y este año no es uno cualquiera, es un año que promete, para bien o para mal, pero promete, y mucho.

Para empezar, estamos metidos, como ya he recordado, para vuestro regocijo personal, en multitud de ocasiones, en una de las mayores crisis económicas que se recuerdan, o al menos que yo recuerdo. Con cifras de paro históricas, de déficit y de no sé cuantas cosas más. El caso es que, entre todos, nos hemos dejado contagiar del pesimismo de los estadistas y los telediarios parecen más grises, la gente anda con el ánimo caído. Estamos metidos en algo de lo que no sabemos salir, y ahora, el nuevo gobierno, va a hacer recortes durísimos. Empezamos el año de la manera más oscura posible.

Además, por si fuera poco, no faltan los presuntos profetas, intérpretes del saber antiguo y agoreros en general que se afanan en aclamar cataclismos para este fantástico año. Según parece, en un principio, se dijo que los mayas habían hecho muchas profecías que habían sido reales, nadie decía cuales, pero el caso es que las había, en algún sitio. Estos mayas, habían puesto la fecha del fin del mundo en diciembre del 2012. Después se decía que no, que los mayas tenían un sentido de la vida cíclico y que, por lo tanto no podían predicar el fin del mundo porque no creían en él, sino más bien debía ser un cambio de ciclo. Recientemente he leído que lo que pasaba en realidad es que los mayas tampoco eran tan profetas como se pensaban y que todo esto del fin del mundo fue un invento de un escritor de los 70. Pero ahí queda. Y hay mucha gente que piensa que, si no el fin del mundo, algo catastrófico va a suceder a finales de este año.

Lo que está claro es que este no será un año normal. Puede ser que sea muy malo el comienzo, o las expectativas que tenemos de este 2012 sean que bien nos irá si logramos sobrevivir. Pero no todo lo que creemos que comienza mal, termina mal.

Como estuve hablando hace un tiempo, la palabra “crisis”, en japonés, viene de la unión de la palabra “peligro” con “oportunidad”. Este es un año peligroso, seguramente será duro. Muchas familias lo pasarán realmente mal para salir adelante. Otros vivirán con miedo a que a fin de año les caiga encima un asteroide, o a que estalle una guerra mundial o mil cosas más. El peligro está ahí, y es más palpable que nunca. Estamos rodeados de una seria de situaciones contra las que no podemos y que nos nublan la vista, nos hacen verlo todo gris. Pero más allá de la crisis hay vida, más allá de todo lo malo que parece que nos amenaza a la vuelta de la esquina. Tenemos que aprovechar la oportunidad que tenemos cada día. No centrarnos en todo aquello que tenemos a nuestro alrededor tan malo tan malo que no podemos cambiarlo, sino mirar directamente a lo que sí podemos cambiar, a aquellos que tenemos alrededor por los que merece la pena cambiarlo. A buscar las oportunidades para salir adelante.

Yo no soy profeta, ni falta que hace, a finales de este año ya veremos si tengo razón o no. Pero la verdad es que tengo una sensación muy positiva con este año, creo que será muy bueno y que, si sabemos aprovechar las oportunidades y escapar de los peligros, esta crisis puede ser de lo más beneficiosa para todos.

Seguramente todos pensamos que nos iría mucho mejor con más dinero. Yo lo pienso. Pero debemos recordar que el dinero no soluciona todos los problemas, solo soluciona los problemas de dinero, que, visto lo visto, son de los menores problemas que tenemos por delante.

martes, 3 de enero de 2012

Polémica Cohen

Richard Cohen (Filadelfia, 1952), es autor del polémico libro ‘Comprender y sanar la homosexualidad’. Se define como un exgay que tiene la clave para corregir las tendencias homosexuales. Su libro, escrito originalmente en 2000, ha sido editado por Libros Libres en España. 

El martes pasado, El Corte Inglés lo retiró de su librería, tras las protestas de varias agrupaciones homosexuales. Cohen define esa decisión como “un atentado contra la libertad de expresión”. No es la primera vez que su libro genera polémica. En 2009 se empleó en Uganda para apoyar un proyecto de ley que castigaría las conductas homosexuales con pena de muerte. Cohen asegura que se malinterpretó su mensaje y que no odia a los gais. Aquí en Estados Unidos es el principal representante de lo que se llama "terapia de conversión", que promete a los pacientes hacer desaparecer tendencias homosexuales.

Cohen no es psiquiatra. Obtuvo un máster en terapia psicológica por la Universidad de Antioch. En este momento tampoco tiene licencia para ejercer como psicoterapeuta. Regenta una organización llamada International Healing Foundation, para la que trabajan otros terapeutas. Recibe a EL PAÍS en su casa en las afueras de Washington, en una consulta decorada con una pequeña bandera gay, muchos libros y una foto con su mujer y sus tres hijos.

 Pregunta: ¿Cree que la homosexualidad se puede curar? 
 Respuesta:  ¿Qué quiere decir con curar? No entiendo la palabra.

 P: ¿Sanarla, entonces? Es la palabra que emplea en el libro. 
 R:  En 2008, la Asociación Norteamericana de Psicología dijo que aunque ha habido muchas investigaciones sobre las posibles causas genéticas, biológicas u hormonales de la orientación sexual, no ha habido descubrimientos que les permitan a los científicos llegar a la conclusión de que la orientación sexual esté determinada por uno o varios factores particulares. La ciencia dice que la gente no nace gay.

 P: Lo que usted hace, ¿es una terapia que revierte una supuesta fase gay? 
 R:  Yo creo en el derecho del cliente a la autodeterminación y libre albedrío. Si alguien quiere vivir una vida gay, lo respeto. Y si alguien quiere explorar las posibilidades de cambiar de gay a heterosexual, también lo respeto.

 P: Pero niega la posibilidad de que la homosexualidad sea biológica. 
 R:  Si hay algo biológico en ella, mi experiencia dice que es que aquellos que experimentan sentimientos homosexuales son hombres y mujeres extremadamente sensibles.Viven una relación con sus padres, con sus compañeros y con su entorno, distinta a la de sus hermanos y a las de otra gente a su alrededor. Esa sensibilidad puede sentar las bases para los sentimientos homosexuales.

 P: Por lo que usted ha escrito, cree que es el entorno familiar, escolar, de amistades, lo que determina la homosexualidad. 
 R:  Efectivamente, es algo de suma importancia.

 P: Y, ¿cómo hace usted que alguien evolucione de tendencias homosexuales a tendencias heterosexuales? 
 R:  Durante los pasados 21 años, en los que trabajé como psicoterapeuta, desarrollé un protocolo para aquellos que quieran cambiar, no para los que estén contentos siendo gais. Yo mismo viví como gay, tuve una pareja gay durante tres años.

 P: ¿Había algo dentro de usted que le decía que aquello no era correcto? 
 R:  No. Lo que pasa es que desde pequeño, siempre tuve un sueño: estar casado con una mujer y tener una familia. No fue la presión de mis padres, de la sociedad o de la religión. Era yo mismo, que tenía el sueño de casarme con una mujer y tener niños.

 P: ¿Fue fácil para usted dejar de ser gay? 
 R:  No. Se me dijeron muchas mentiras. Que encontrara a la mujer adecuada que me volviera heterosexual. Me casé. Pero reprimía los deseos homosexuales. No los había resuelto. Hice mi terapia después de casarme. Fue un proceso complejo, duro. Muchos terapeutas me decían que yo había nacido gay, que no había nada que hacer. Que debía aceptarlo y vivir una vida gay.

 P: ¿Nunca tuvo una aventura con un hombre después de casarse? 
 R:  Tuve una relación con un hombre. Y se lo dije a mi mujer. No buscaba sexo, sólo un mentor masculino. Bajo mi deseo por los hombres había una herida. No recordaba que mi tío había abusado sexualmente de mí. Es algo que reprimí durante 25 años, hasta que hice mi terapia. Entonces encontré a un mentor masculino, heterosexual. Cuando experimenté el luto por ese abuso mis tendencias homosexuales desaparecieron.

 P: Usted hace especial insistencia en la figura del abuso sexual como una razón para desarrollar sentimientos homosexuales. ¿Cree usted que es una razón común? 
 R:  Es una de las 10 razones posibles que detallo en mi libro. Nunca es una cosa sola. Es una combinación de varios factores. Un 50% de mis clientes sufrió abuso sexual por parte de alguien de su mismo sexo.

 P: ¿No cree que esto se puede interpretar como que usted caracteriza a los gais como abusadores sexuales? 
 R:  Es lo opuesto. Si se da cuenta de las proporciones de la población, la mayoría de abusadores son heterosexuales.

 P: ¿Por qué? 
 R:  Porque en la sociedad no hay más de un 2 o 3% de homosexuales. Es una cuestión de proporcionalidad. En mi caso, fue un hombre heterosexual quien abusó de mí.

 P: Hace usted una reflexión en su libro sobre por qué los homosexuales tienden a cultivar su cuerpo, cuidar su apariencia... algo muy asociado a los tópicos que hay sobre la cultura gay. 
 R:  Es lo que se llama sobrecompensación, porque no sienten su propia masculinidad. He tratado a hombres culturistas, con físicos increíbles. No importa cuántos músculos desarrollen, aun se sienten inferiores interiormente.

 P: Usted habla de un mito, reforzado por los medios, Hollywood, las novelas... 
 R:  Es el mito de que se nace gay, que es una afirmación que científicamente no es válida. Pero tampoco se puede decir que ser gay sea una opción. Uno no se despierta un día y decide ser gay. Hay una serie de factores combinados que hacen que alguien se comporte como gay. Tratando a cientos de homosexuales he descubierto que hay una serie de contextos comunes en todos ellos. En las biografías de los famosos queda claro también: tuvieron experiencias similares. Rosie O’Donnell, Greg Luganis, Elton John, Ricky Martin, Ellen DeGeneres... todos tienen historias similares. Es algo clínico. Decir que alguien ha nacido así es contrario a la naturaleza.


 (*) Reproducción de la entrevista publicada en el diario español El País 
©Protestante Digital 2011


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