Posiblemente hayas escuchado este tipo de preguntas, puede ser incluso que tú mismo te lo estés preguntando en este momento. Pues bien, vamos
a comenzar con un asunto de extrema importancia en este tema: hacer
este tipo de preguntas significa considerar que hay algo que es malo,
aún cuando haya gente que no lo vea como tal, que existen valores y
deberes morales objetivos ajenos a opiniones, culturas o
cosmovisiones. Me explico, decir que el Holocausto fue algo malvado
es legítimo, porque así fue, fue una barbaridad, incluso aunque
muchos nazis pensaban en ese momento que estaban haciendo un bien a
la humanidad. Incluso aunque solamente una persona en todo el mundo
hubiera pensado que aquello era perverso, no por ello habría dejado
de serlo, aunque todo el mundo pensara que era algo bueno.
Y es
curioso que, incluso la mayoría de los ateos en este mundo, crean
que haya cosas buenas o malas independientemente de los valores
morales de los que llevan a cabo tales acciones. La violación de una
niña es algo terrible, aunque la cultura en la que se lleve a cabo
lo permitiera, eso no hace que deje de ser terrible. Esto significa
que hay un bien y un mal absolutos, que van más allá de opiniones o
de cosmovisiones. El violar a una niña de 6 años es algo objetiva y
absolutamente perverso, más allá de la opinión del violador al
respecto.
Si
Dios existe, tenemos un sólido fundamento para los valores y deberes
morales objetivos.

Desde
el punto de vista teísta, los deberes morales objetivos están
constituidos por los mandamientos de Dios. La naturaleza moral de
Dios se expresa en relación a nosotros en forma de mandamientos
divinos que constituyen nuestros deberes u obligaciones morales. Así
pues, lejos de ser arbitriarios, los mandamientos de Dios deben ser
consistentes con su naturaleza santa y amorosa. Esto significa que
nuestros deberes, están basados en los mandamientos de Dios y éstos
reflejan su carácter esencial. En la tradición judeo-cristiana,
todos los deberes morales se pueden resumir en los dos grandes
mandamientos: El primero, amarás a Dios con todo tu corazón, con
toda tu mente y con todas tus fuerzas, y el segundo, amarás a tu
prójimo como a ti mismo. Sobre esta base podemos afirmar la justicia
objetiva del amor, la generosidad, el auto-sacrificio y la igualdad,
y condena como objetivamente malo el egoísmo, el odio, el abuso, la
discriminación y la opresión.
Resumiendo,
el teísmo ofrece los recursos para un sólido fundamento para la
moralidad: da base tanto a los valores morales como a las
obligaciones morales objetivas; y como yo pienso, que es evidente que
Dios existe, tenemos una base sólida para los valores y deberes
morales objetivos.
Si
Dios no existe, no tenemos un sólido fundamento para los valores y
deberes morales objetivos.
Si
Dios no existe, ¿qué base queda para la existencia de los valores
morales objetivos? Particularmente, ¿por qué pensamos que los seres
humanos tendrían valor moral objetivo? Desde el punto de vista
ateo, los seres humanos somos sencillamente bioproductos
accidentales que han evolucionado hace relativamente poco tiempo en
una mota de polvo llamada planeta Tierra, y que están condenados a
perecer de una manera individual y colectiva en relativamente poco
tiempo. Desde el punto de vista ateo, es complicado ver alguna
razón para pensar que el bienestar de un humano es objetivamente
bueno, al menos no más que el bienestar de un insecto o el bienestar
de una hiena.
Desde
el punto de vista naturalista, los valores morales solamente son
consecuencia de la evolución biológica y el condicionamiento
social. Así como un grupo de babuínos exhiben cooperación e
incluso auto-sacrificio porque la selección natural ha determinado
que este comportamiento es ventajoso en la lucha por la
supervivencia, de la misma manera, sus primos homo sapiens,
han evolucionado a una especie de moral de rebaño por las mismas
razones. Como resultado de las presiones socio-biológicas en el homo
sapiens, esto ha evolucionado en una especie de moralidad que
funciona bien en la perpetuación de nuestra especie. Pero en el
punto de vista ateo, no parece haber nada que haga que esta moralidad
sea objetiva y real, sencillamente es algo que es útil para
sobrevivir.
Así
pues, según este punto de vista, nuestra moralidad es el producto de
la evolución biológica. De la misma manera que tenemos pulgares
oponibles y andamos erguidos, tenemos un comportamiento tribal que
nos ayuda a sobrevivir.
Así
que nosotros, como seres humanos, al pensar que somos especiales y
que nuestra moralidad es cierta de una manera objetiva, estamos
cayendo en “especie-ismo”, es decir, establecer la superioridad
de nuestra especie sin justificación alguna.
Si
no hay Dios, cualquier razón para pensar que la nuestra es una moral
de rebaño que ha evolucionado con el homo sapiens en este planeta,
para llegar a convertirse en verdad moral objetiva, parece haber
desaparecido. Saca a Dios del cuadro, y verás que lo que queda es
una criatura simiesca en una mota de polvo con serios delirios
morales de grandeza.
La
afirmación de Richard Dawkins (un eminente defensor del ateísmo)
del valor del hombre puede ser deprimente. Dice: “al final no hay
diseño, no hay propósito, no hay mal, no hay bien, nada salvo
indiferencia sin sentido... Somos máquinas que propagan ADN... ¿Esta
es la única razón para la existencia de todo ser viviente?”
No
tiene sentido el pensar que pueden haber valores morales objetivos y
reales, sin la existencia de un Dios que los haya puesto ahí. La
evolución biológica no resuelve el problema, el ateísmo no tiene
respuestas válidas. Así que, de una manera sorprendente, la
acusación contra Dios se torna en una prueba más de Su existencia.
Ya hablamos de que Su existencia es, no solamente posible a la vista de la existencia del mal partiendo de Sus atributos de poder, bondad y sabiduría, sino que la existencia del mal es una prueba más de que existe un Dios con estas características. Hoy la gran pregunta
de que cómo puede un Dios bueno existir cuando existe el mal, se
torna hacia la necesidad de que un Dios moral exista, puesto que ha
puesto en nosotros la idea de bien y mal, sin que nos quede otra
explicación que la de que Él es la base de lo que llamamos
moralidad.
Así que la pregunta que queda es, ¿cómo es posible que Dios no exista, puesto que sabemos que hay cosas que son objetivamente malas?
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