martes, 17 de noviembre de 2015

El Camino de Santiago

Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos por aquí. Mucho tiempo y muchas cosas.
No sé si lo sabíais, pero me casé el 10 de agosto del 2013 con una preciosa mujer, el pasado 14 de febrero tuvimos una niña increíble, y otras miles de cosas que os podría contar. Ahora mismo estamos haciendo planes para ir el próximo verano a Fort Worth, en Texas, para estudiar un máster gracias a una beca que me han ofrecido. Siempre mirando hacia delante, siempre caminando, un pie detrás de otro.

Todos vamos caminando por esta vida. Algunos tienen una meta delante de sus ojos, y a por ella van, poco a poco o mucho a mucho. Otros, sencillamente andan, deambulan por donde van encontrando, con la intención más de no estar mal que de estar bien. Más de no tener problemas que de llegar a ningún sitio. Pero todos andamos.

Durante un par de años, tuve un bar en pleno Camino de Santiago. Allí conocí a mucha gente muy especial, como os podréis imaginar. Uno de los que me encontré era un sevillano que un día decidió hacer el Camino, así que se echó al campo y se puso a andar. Desde Sevilla llegó a Santiago por la Vía de la Plata. Pero al llegar, pensó que su camino no podía terminar allí, y siguió andando. Se puso rumbo a Roma, y cuando llegó, pensó que quería seguir, así que continuó hasta Jerusalén. Ya en Jerusalén, pensó que era buen momento para volver a casa, así que retornó el camino y volvió a Roma, después a Santiago y por último a Sevilla, pasando por la puerta de mi bar.
Así somos en nuestra vida, siempre estamos andando. Lo que ayer era la meta, hoy podemos ver que fue una etapa, un paso más.

Hoy me gustaría iniciar con vosotros un camino, posiblemente uno de los caminos más importantes que se puedan iniciar. Uno que nos va a llevar a aquellas situaciones que enfrentamos a diario, esas etapas que definitivamente perfilan quiénes somos, por dónde vamos andando y a dónde vamos; si es que vamos a algún sitio. Este Camino, de 5 etapas, nos va a llevar al que posiblemente sea el libro más antiguo del Nuevo Testamento, en la Biblia, el libro de Santiago (escrito por, ni más ni menos, el medio hermano de Jesús, hijo de María). 5 etapas que nos van a ofrecer una manera completamente distinta de ver la vida, que nos van a retar como jamás nadie lo hizo, que nos van a enseñar la verdadera cara de la vida. El Camino de Santiago es, sobre todo, religioso. Pues bien, en este camino, vamos a entender qué significa la verdadera religión, qué importa en la vida real que Dios exista o deje de existir.

Cualquier persona que haya andado el Camino de Santiago, te lo dirá: El Camino será duro, pero merecerá la pena. Tendrá momentos de querer tirar la toalla, de sentirte solo, de dolor, de verle la cara a la muerte; pero la recompensa superará con creces cualquier privación, cualquier incomodidad, cualquier contratiempo.
Así que, acompañadme, vamos a ponernos juntos las botas, tomar el bastón y echarnos al camino. Veamos hasta qué punto tiene algo que decirnos a nosotros, occidentales “refinados” y preocupados por el Daesh, el paro y la corrupción, un israelita del siglo I.


¡ULTREIA!

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