Si hubiera estado allí,
entre la multitud
que tu muerte pidió, que
te crucificó.
Lo tengo que admitir, hubiera yo también
clavado en esa cruz tus manos mi Jesús,
Lo tengo que admitir, hubiera yo también
clavado en esa cruz tus manos mi Jesús,
si hubiera estado allí.
Pensándolo más bien, también yo estaba allí.
Yo fui el que te escupió, y tu costado hirió.
Pensándolo más bien,
yo fui el que coronó de espinas y dolor
Pensándolo más bien, también yo estaba allí.
Yo fui el que te escupió, y tu costado hirió.
Pensándolo más bien,
yo fui el que coronó de espinas y dolor
tu frente, buen
señor.
También yo estaba allí.
Si hubiera estado allí, al pie de aquella cruz,
Si hubiera estado allí, al pie de aquella cruz,
oyéndote clamar al Padre
en soledad.
Lo tengo que admitir,
Lo tengo que admitir,
te hubiera yo también
dejado así morir,
dejado así morir,
mirándote sufrir.
Si hubiera estado allí.
Pensándolo más bien, también yo estaba allí.
Yo fui el que te escupió, y tu costado hirió.
Pensándolo más bien,
Si hubiera estado allí.
Pensándolo más bien, también yo estaba allí.
Yo fui el que te escupió, y tu costado hirió.
Pensándolo más bien,
yo fui el que coronó de
espinas y dolor
tu frente buen señor.
Pensándolo más bien, también yo estaba allí.
Yo fui el que te golpeo, y de ti se burló.
Pensándolo más bien, yo fui el que te azotó.
Yo fui quien lanceró tu espalda, mi señor.
También yo estaba allí.
También yo estaba allí.
Jesús Adrián Romero. Si hubiera estado allí.
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