domingo, 24 de noviembre de 2013

Grandeza


¿Quién midió las aguas con el hueco de su mano y los cielos con su palmo, con tres dedos juntó el polvo de la tierra, y pesó los montes con balanza y con pesas los collados? 
Isaías 40:12

Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quién creó estas cosas; él saca y cuenta su ejército; a todas llama por sus nombres; ninguna faltará; tal es la grandeza de su fuerza, y el poder de su dominio.
Isaías 40:26

Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.
Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen;
pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.
Isaías 40:29-31


sábado, 23 de noviembre de 2013

180

6 millones de judíos fueron sistemáticamente asesinados por orden de Adolf Hitler en la Alemania Nazi el siglo pasado. Cualquier persona sensata de hoy en día calificaría esto como una atrocidad y tomaría las medidas oportunas para que aquello nunca hubiera ocurrido. Pero el caso es que entonces no se tomaron estas medidas y que nadie paró aquella barbaridad, y no creo que fuera porque entonces fuesen menos morales o más descabellados que lo somos ahora.

¿Podría ser que, hoy en día, estemos viviendo lo mismo sin saberlo? ¿Es posible que un nuevo Holocausto, aún más atroz y descabellado, esté sucediendo en medio de nuestra sociedad, con el amparo de la ley, la protección del gobierno y el beneplácito de la sociedad?

Hoy os dejo con un vídeo de una media hora en el que, con simples preguntas y oportunas consideraciones, el entrevistador hace ver a la gente de la calle lo equivocados que vivimos y la urgencia de tomar medidas ante este nuevo Holocausto que estamos cometiendo contra nuestros propios hijos. 

Espero que os guste.

180

martes, 12 de noviembre de 2013

Sal

Hoy quiero romper mi silencio casi sempiterno para compartir un descubrimiento que he hecho hace poco. Una preciosa canción que, creo, plasma muy bien la situación de la Iglesia de Cristo en estos tiempos, especialmente en nuestro país, España.

Entiendo que hay partes que pueden ser dificiles de entender, así que no tendré ningún problema en tratar de explicar lo que sea si alguien no lo entiende bien.


SAL
Alex Sampedro

Tengo una Biblia que no habla, 
Un crucifijo que no salva, 
Una fe que se cansó de las montañas. 
Tengo oraciones sin sujeto
Y he predicado tantas veces 
En el valle de los huesos secos.
Tengo noticias sin oyentes, 
Tengo pacientes esperando, 
El milagro de los peces, 
Pero tengo la red averiada. 
Y el vino es vinagre, 
Y el pan no sabe a nada.  

Tengo una sal que ya no sala, 
Una iglesia que no sale, 
Una luz bajo la mesa, 
Y una virgen despistada.
La levadura en la nevera, 
Mi armadura oxidada, 
Tengo oro y tengo plata, 
Pero el cojo ya no baila. 
Pero el cojo ya no baila. 

Tengo victorias derrotadas, 
Gente en el templo destemplada, 
Misioneros encerrados en sus casas. 
Tengo la ofrenda en el banco, 
Las promesas caducadas, 
El maná esta congelado, 
No hay calor en la palabra, 
Esta de fiesta en la atalaya, 
Con el buen samaritano. 
Ya no sufren como hermanos, 
Son cristianos sin agallas. 

Tengo una sal que ya no sala, 
Una iglesia que no sale, 
Una luz bajo la mesa, 
Y una virgen despistada.
La levadura en la nevera, 
Mi armadura oxidada.
Tengo oro y tengo palta, 
Pero el cojo ya no baila. 

Tengo una sal que ya no sala, 
Una iglesia que no sale, 
Una luz bajo la mesa, 
Y una virgen despistada. 
La levadura en la nevera, 
Mi armadura oxidada. 
Tengo oro y tengo palta, 
Pero el cojo ya no baila. 
Pero el cojo ya no baila. 
Pero el cojo ya no baila. 
Pero el cojo ya no baila.



sábado, 19 de octubre de 2013

La cueva

Cada día te despiertas en una fría y húmeda sala, más parecida a una cueva que a un hogar. Allí, la desesperación y la soledad te invaden. La oscuridad apenas te deja ver la realidad de tu dormitorio, pero ves lo suficiente para saber que no naciste para eso. No puedes dormir entre la noche porque sientes frío, frío de remordimientos, de intranquilidad, de miedo a ser rechazado, de soledad. Frío de muerte. Parece que cada mañana es simplemente un paso más, un poco más cerca del final eterno, de que baje el telón, y tienes miedo. Porque no sabes qué habrá detrás de la cortina, porque allí, donde sea, te encontrarás ante algo que no podrás controlar. Cada día te despiertas en cero, cero absoluto. No tienes nada, no perteneces a nada. Estás desnudo, vulnerable, frágil, herido, solo, muerto.

Es entonces cuando sales de tu cueva, de tu hogar. Es muy importante que, antes de que nadie te vea, recojas la máscara del lugar donde la pusiste ayer. A veces es difícil, si llegaste demasiado borracho, no recuerdas donde la tiraste, así que toca buscar. Te la pones, una máscara de suficiencia, de normalidad, una que tenga bien limpios los dientes. Te miras en el espejo, te peinas, te pones un traje recién planchado, no sea que alguien se dé cuenta de dónde vives, de quién eres. Al lado de la entrada de tu terrible morada, dejaste un atillo con algunas cosas que necesitarás ahí fuera, en la farsa que llaman realidad. En este atillo encuentras objetos tan útiles como el dinero que tanto te ha costado ganar, te han robado parte de tu vida para obtenerlo, pero con él podrás tener algo tan importante como amigos, como aceptabilidad, como pasta de dientes o gomina. Ahí fuera todo el mundo es feliz, todos viven unas vidas que merece la pena ser vividas; así que tú también tienes que mostrar que tienes, que vales, que tu vida merece aún más la pena que la de los demás. Después de todo, de eso se trata esa farsa que llaman realidad, de parecer, de aparentar, de gritar que vales, que existes. Aparte de eso, solo se trata de supervivencia.

Así que te lanzas a conquistar el mundo “real”, y continúas vendiendo tu tiempo y tu alma al mejor postor. Necesitas más dinero en tu atillo, una máscara más bonita, un mejor coche, necesitas sentirte bien al ver tu vida, y te importa poco prostituirte para conseguirlo. Poco importa tu vida, poco importa tu salud o tu pureza. Poco importa tu futuro, ahora necesitas ganar, necesitas ser, necesitas valer, necesitas tener. Y eso haces. Consigues lo que quieres, escalas posiciones, ganas amigos, pisas a quien sea para seguir subiendo, para tener más, para conseguir más, para valer más. Recurres a lo que sea para conseguirlo. Pueden ayudarte el alcohol, el sexo, las drogas, las mentiras, el mirar por encima del hombro, siempre a través de los ojos recortados en tu máscara. Eres el rey del mundo, tienes lo que quieres, nadie puede decirte qué haces bien y qué haces mal, has ganado. No le debes nada a nadie, has escalado tú solo, has alcanzado tu cumbre, nadie te supervisa, nadie te ordena. Eres libre.

Y es al final de tu día de ganancias, de libertad, de apariencias, de mentiras, de máscaras, que llegas de nuevo a tu hogar, si se le puede llamar así. Antes de entrar, tienes que dejar tu atillo en el suelo, esperando que al día siguiente siga ahí, tal y como lo has dejado. Entras, intentando mantenerte erguido después de beber más de la cuenta. Ante la puerta de la cueva, ya se te escapa una lágrima mientras te llevas tus manos a la cara para agarrar la máscara. La arrancas de un golpe, y la suficiencia y superioridad se convierten en dolor y amargura, soledad y resentimiento. Te quitas el traje que engañó a los demás, y descubres que a ti no consigue engañarte, que la desnudez de tu alma no hay traje que la cubra, que tu mundo de ganancias, de salud y orgullo es mentira, que la verdad de tu vida es tu cueva, tu soledad, tus sentimientos de amargura, que la verdad es el frío, la oscuridad, la soledad, la humedad. Que de nada vale que ganes el mundo entero, si al final del día lo pierdes todo. Que de nada vale que ganes el mundo entero si al final de tu vida lo pierdes todo.

Un día te tendrás que enfrentar al telón final, tendrás que encararte con la eternidad. El camino de mentiras, ganancias y vueltas a la oscuridad terminará, tarde o temprano. Y entonces, no habrá máscara que pueda cubrir la verdad.

Pues ¿qué provecho obtendrá un hombre si gana el mundo entero, pero pierde su alma? O ¿qué dará un hombre a cambio de su alma?
Mateo 16:26.

Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.

Juan 6:68.

jueves, 4 de julio de 2013

Walter

Lexi Fretz llevaba un embarazo normal. Pero el viernes 14 de junio, estando embarazada de 19 semanas y tres días, no resultó como esperaba. Tras un agradable día con su muy buena amiga Megan, que preparaba su boda del día siguiente, y de regreso a su casa para recoger su equipo fotográfico para el ensayo de la boda, decidió llamar a su matrona "sólo para mi propia tranquilidad", cuenta: sabía que iba a estar de pie mucho tiempo al día siguiente, probablemente alrededor de 12 horas, por lo que pensó que  lo mejor sería ir a la sala de emergencia a comprobar que todo iba bien. Lexi había presentado placenta previa con su hija Michayla, por lo que tanto ella como su marido Josh estaban un poco preocupados por si se pudiera repetir.  Tras ser examinada en primera instancia  en el Hospital de Kokomo, los médicos decidieron adelantarle la ecografía de las 20 semanas que tenia programada para el miércoles siguiente.  Mientras aguardaba la prueba, Lexi sintió unas punzadas y sintió que estaba de parto. 

En recepción y las primeras fases de emergencias la trataron con frialdad. "No podía permanecer sentada en la cama porque el dolor era demasiado intenso", relata Lexi. Por fin la trasladaron para la ecografía: el técnico de ultrasonido fue la primera persona que se sintió realmente preocupadoDe inmediato encontraron los latidos del bebé, "lo que era alentador". El especialista se fue a hablar con el radiólogo y en la espera, cuando fue al baño para lavarse de la ecografía, Lexi vio que había sangrado mucho más sangre. Su marido Joshua llegó justo cuando estaba en la  habitación, le habían llamado desde el hospital.
"Yo no quería perder la esperanza, pero en mi fuero interno sabía que estaba perdiendo mi bebé. En algún momento entró el asistente y dijo "el feto es aún viable" (...). El doctor me revisó y luego se sentó a mi lado en la cama y me dijo que íbamos a tener a nuestro bebéEsta fue la primera que alguien le había llamado a un bebé. De inmediato empecé a llorar y preguntar si había alguna otra opción. Yo estaba completamente dilatada  y no había otra opción en este momento". "No puedo decir cuántas personas estaban en la habitación y hacían todo por mí,  nunca me dejaron sola y siempre tenía a alguien conmigo. Me ofrecieron algunos medicamentos para el dolor que yo acepté y el dolor empezó a aliviar un poco. Todavía era muy fuerte durante las contracciones, pero tuve la oportunidad de relajarme. Josué salió de la habitación para ofrecer la terrible noticia a mis padres y hermanas, que estaban todos de vacaciones. Nuestros amigos vinieron ensayo para ver si necesitábamos algo y estar con nosotros.  También la dulce Megan, que debía haber estado centrada en su boda del día siguiente, vino a vernos. Ella estaba allí, hablando y llorando conmigo, cuando rompí aguas". 

"Walter estaba de nalgas, así que estábamos esperando a que rompiera aguas para ver si avanzaba la naturaleza por su propio ritmo. No recuerdo a qué hora me empezaron a empujar, yo no me sentía las contracciones; más después rompí aguas, así que tuve que presionar varias veces para que su pequeño cuerpo salieraNació a las 9:42 pm y me lo entregaron tan pronto como se sujetó el cordón. Yo estaba llorando con fuerza en este momento, él era perfecto. Estaba completamente formado y todo estaba allí, podía ver su corazón latiendo en su pequeño pecho. Joshua y yo lo sujetamos y lloramos. La enfermera y el doctor dejaron que tuviéramos un momento de intimidad con él".

A la mañana siguiente, las hermanas del pequeño Walter, Michayla y Emma, fueron al hospital a conocer a su nuevo hermanito. Lexi advierte que los padres deben ver estas fotos y reflexionar antes de mostrárselas a un niño pequeño, no porque sean peligrosas, sino porque "suscitarán un montón de preguntas". “Yo no dudé en que las niñas vieran a su hermano. Michayla, sobre todo, estaba emocionadísima con el bebé, quería tanto un hermano. A Emma le costó un poco comprender lo que le estaba explicando, cuando le dije que Jesús se llevó al bebé al Cielo con Él. Pero lo entendió. Le dice a algunas personas al azar que nuestro bebé murió, pero no habla mucho de ello”, explica Lexi.

"No puedo decir suficientes cosas buenas acerca de mi doctor y las enfermeras que estaban allí conmigo. Ni una sola vez mencionaron la palabra 'feto'. Ellos oraron conmigo, lloraron conmigo" (...). Mi doctor hizo todo lo posible para asegurarse de que tenía todas las respuestas a mis preguntas. Incluso se tomó el tiempo para hablar con mi matrona personalmente y me dio su número de teléfono en caso de mi madre, una enfermera de OB, tenía alguna pregunta."

"Salimos del hospital con muchos libros y  objetos para recordar a nuestro hijo. Se aseguraron de que las niñas tenían cada unos recuerdos para recordar a su hermano. Al poco de regresar a casa, recibimos una tarjeta maravillosa con notas de todas las enfermeras y del doctor que me cuidaron durante nuestra estancia. Así que mientras me sentí abandonada y sola en la sala de emergencias, el área OB fue increíble. Alentaron el que mantuviéramos el vínculo con nuestro hijo (...) Tengo el corazón destrozado por las historias que he oído de la gente que no se les permitió ver a su hijo. ¡Eso sería absolutamente devastador! Lo alcé, lo abracé mientras su corazón latía, lo sostuve junto a mi corazón, conté los dedos de sus pies y le besé la cabecita. Siempre guardaré los entrañables recuerdos que tenemos de él". 

"Al principio yo no quería ninguna foto, pero es lo único que tengo para recordarle ahora. Todavía estoy en estado de shock por lo mucho se han compartido y se han comentado. En su corta vida de sólo unos minutos, Walter ha tocado más vidas de lo que jamás podría haber imaginadoHe recibido mensajes de gente de todo el país que han experimentado una pérdida o se muestran tocados por su historia. Incluso personas me dicen que las fotos son un testimonio que ha conmovido ante la posibilidad de un aborto. El hecho de que el niño dentro no puede ser visto por nosotros, no significa que se trata de una masa de células. Walter estaba perfectamente formado y muy activo en el útero. Si hubiera nacido con solo unas pocas semanas más, habría tenido una oportunidad de luchar por la vida. No entiendo por qué el Señor lo llevó a casa, pero tengo que confiar en que su tiempo es perfecto. Puede que nunca sé por qué, pero es un consuelo saber dónde está y que lo veré otra vez. Por ahora, está con su padre celestial que lo ama inmediblemente más que yo, como su madre terrenal podría darte.


Ante algunos comentarios mordaces y groseros, que también ha recibido, Lexi responde: "Yo no he colocado estas fotos o nuestra historia en un post para conseguir 'likes' en Facebook ni comentarios. Esas cosas no me interesan. He compartido estas fotos para que mis amigos y familia pudieran ver a mi hijo perfecto. Yo nunca, nunca podría haber imaginado que iba a extenderse por el mundo  de esta forma. Lo siento si alguien piensa que busco fama o potenciar mi negocio. No es el caso. Cualquier persona que me conoce sabe de mi corazón y de mi amor por el Señor. Me gustaría que esto no hubiera pasado, pero lo hizo por una razón. Tal vez eso fue compartir con el mundo lo perfecto que es en realidad un bebé al que es legal abortar en muchos estados". Y ofrece una regla básica de "etiqueta de internet": "Si usted tiene algún problema con mi fe, o mi postura respecto al aborto, simplemente no comente", propone. 

Todos hemos sido como Walter.  el ser humano prenatal se desarrolla igual en cualquier país del mundo. Y la medicina prenatal consigue cosas asombrosas: hay prematuros de 20 semanas que han sobrevivido. Ya se realizan muchas operaciones fetales que corrigen malformaciones antes del parto.  Pero las leyes son arbitrarias a la hora de establecer quién puede ser legalmente abortados y quien no
Walter, a sus 19 semanas, habría estado protegido por la ley en muchos países, y en otros no. Los límites varían: Holanda: aborto libre hasta las 24 semanas; Suecia: libre hasta las 18 semanas; Rumanía: libre hasta las 14 semanas; Italia: aborto libre los primeros 90 días (casi 13 semanas); Alemania, Francia, Grecia, Bélgica o Bulgaria: libre hasta las 12 semanas; Portugal: aborto libre las 10 primeras semanas; EEUU: sin límite... En España, desde 2010, la vida de Walter estaría totalmente desprotegida hasta las 14 semanas; luego, igualmente si se alegase un vaporoso "riesgo para la salud" de la madre o del feto antes de las 22 semanas. Para abortar pasadas las 22 semanas se exige detectar "anomalías en el feto incompatibles con la vida" o "una enfermedad extremadamente grave e incurable en el feto". O, simplemente, viajar a FranciaEl "misterio tremendo" de lo sagrado, de la vida, es igual para todos los hombres y países. Las leyes que regulan quien puede vivir y quien no, son distintas de país en país, de legislatura en legislatura. A veces, de hospital en hospital.

Fuente: Hazte Oir



martes, 2 de julio de 2013

Tu sonrisa


Una puesta de sol con el mar de fondo. Un frondoso bosque cubierto por la nieve. El espectáculo de las montañas impertérritas cubiertas por una constantemente cambiante capa de árboles con cada hoja en un tono diferente de color. Una limpia y perfecta noche estrellada. Un precioso acantilado con las olas rompiendo como si tratasen de tirar abajo el mundo.

Podría seguir enumerando espectáculos que puedo disfrutar y emocionarme viéndolos. ¡Qué regalo poder ser testigo de semejante belleza! Estoy profundamente agradecido por poder tener semejante privilegio.

Pero hay un privilegio que me hace aún más afortunado. Aún hay un cuadro más bello que puede pintarse delante de mí. Uno que me hace aún más especial, mucho más feliz. Una imagen que prefiero tener delante antes que cualquier otra, antes que cualquier privilegio, que cualquier otra estampa. Tu sonrisa.

Me da fuerzas, me hace respirar tranquilo, me ilusiona, me empuja, me enamora, me hace estar agradecido, me hace ver que merece la pena seguir luchando, me encanta. Tanto me gusta que quiero dedicar mi vida a que nunca se apague, que ningún día te falte una sonrisa en el rostro, que jamás se extinga tu alegría.

Dios me ha entregado a una amiga encantadora, a una compañera preciosa, a una novia bellísima, a una mujer valiosa, a ti. Y ahora, ya en la cuenta atrás de nuestro gran día, quiero, más que pedirte que seas la mujer perfecta para mí, encargarme de ser el hombre perfecto para ti, el que cuide tu sonrisa y tu corazón con todas sus fuerzas y hasta que se acaben.
Este es el tiempo que me queda para verte venir vestida de blanco hacia mí. Disfruta tu tiempo de soltera, y mantén tu sonrisa. A partir del 10 de agosto, me ocupo yo.

Te amo, Rebeca.



miércoles, 24 de abril de 2013

¿Por qué debería yo entrar al Cielo?


He tratado de ser una persona buena para con los demás, un hijo aceptable para mis padres, un hermano ejemplar con mis hermanos, un buen amigo con mis amigos. He intentado ser una mano extendida para ayudar a quienes me necesitaban, un oído que escuche los problemas sin juzgar a las personas, he buscado ser alguien de confianza, un hombro sobre el que llorar. Es cierto que he cometido mis fallos, pero he intentado que, al irme, quede un mundo mejor que el que encontré cuando llegué. Desde que soy pequeño voy a la iglesia. Puedo recitar versículos de la Biblia desde que medía la mitad de lo que mido ahora. Horas y horas de lecciones acerca de historietas de Abraham, Isaac y demás gente “santa”. “No robarás”, y he intentado no robar; “no matarás”, y no he matado a nadie; “no mentirás”, y lucho, al menos, contra mi impulso de mentir. He cantado más canciones acerca de Dios que la mayoría de las personas de mi edad ha cantado cualquier tipo de canciones. He sacrificado sueño los domingos por la mañana y horas de vida los sábados por la noche para ir a las reuniones. He buscado incesantemente a una mujer con la que compartir mi vida, y cuando la he encontrado, me he concentrado en conquistarla y en amarla con todas mis fuerzas, en que sepa cuanto la amo y en pulirme para ser el mejor Miguel Ángel posible para ella, en que sea feliz y que su vida tenga sentido a mi lado.

Por si eso no fuera suficiente, he vivido una vida “cristiana”, he dejado de lado muchos placeres para “servir a Dios”, he decidido darlo todo y confiárselo todo a Dios, mi vida, mi familia, mi futuro, mi alegría, mi esperanza. He estudiado durante años la Biblia y cómo seguir a Jesús para que él guíe mis pasos. He tratado de llevar unas relaciones sanas con todos los que me rodean. He intentado saber más y más de Dios. He apostado todo por el Evangelio.

No soy perfecto, está claro, tengo muchas “cositas”, pero no soy un Hitler, no soy un Osama Bin Laden, no he arruinado la vida a nadie, que yo sepa, no he matado, no he robado mucho, no he mentido sobre nada de vida o muerte. Cuando me comparo con otros mucho peores, me doy cuenta de que, al fin y al cabo, no he estado tan mal.

Y sin embargo, cuando me pongo a pensar en lo que pide Dios de mí en esta Biblia que he estudiado, cuando me paro a compararme con quien debería compararme, con Cristo, veo que he quedado tan descolgado del estándar que me declaro simplemente insolvente.

Cada día de mi vida, he buscado mi propio bien, mi propio beneficio, intentando sacar tajada de cada movimiento, tratando de ser el protagonista, el beneficiado, el jefe, el mandamás. En cada “buena acción” que, con la frente tan alta predico, solo hay un personaje importante, yo. Buscando dentro de mi propio ser, puedo encontrar que mis motivaciones para escuchar poco se separan de ser tenido como un buen chico y ganar puntos con esa persona a la que escucho, con Dios y con alguien más importante para mí mismo, yo. Pocas veces he escatimado una oportunidad de mentir para quedar bien, si sé que nadie me va a pillar, de hacer un favor a alguien sin esperar, realmente, nada a cambio, pocas han sido las veces que no me he enfadado cuando no he recibido el pago esperado, pocas las ocasiones en que he puesto a nadie ni nada por delante de mí.

Si me pongo a pensar fríamente, puedo ver que lo que hay dentro de mi corazón es maldad, y que siempre ha sido así. Que la única diferencia entre mí y otros que considero mucho peores que yo, es la falta de oportunidades para hacer el mal. Que todo lo que tengo, que todo lo que he hecho, que todo lo que he vivido, lo “bueno” que he sido, todos mis sacrificios, todas mis virtudes, todo de mí, puesto delante de Dios, es como basura, como estiércol, como nada, o como menos que nada. Que mi vida santa y piadosa, tantas veces, ha sido una mentira, una máscara roñosa y maloliente, que pretendía ocultar un corazón carcomido por el egoísmo y la miseria.

Que ¿por qué yo debería entrar al Cielo? No tengo ninguna razón, no tengo ningún mérito, no tengo ningún billete, no tengo nada que ofrecer. Mi destino, por justicia absoluta, está en el infierno, porque lo que yo merezco es la sentencia peor de todas, porque conociendo la verdad, demasiadas han sido las veces en que he decidido vivir revolcándome en la mentira. Lo siento, de verdad que lo siento, pero no puedo reclamar plaza en el Cielo, allí cualquiera merece más que yo, y cuando digo cualquiera, no me estoy dejando a nadie fuera. No, no puedo confiar en ningún mérito, no puedo agarrarme a ningún clavo ardiendo, no puedo recitar una lista de logros, no me ampara ninguna ley. Por mis propios méritos, estoy perdido.

Pero no quiero confiar en mis propios méritos, escojo no descansar en lo que pude hacer, ni en mis intenciones, ni en mi credulidad, ni en mi justicia, ni en mi santidad, ni en mis ganancias, ni en mi fondo de pensiones. Prefiero que se queme todo lo que he conseguido durante toda mi vida, que arda y que no se vuelva a saber de ello, para ir al Cielo no me vale de nada, no existe la manera de impresionar a Dios.

Hay alguien que vivió la vida que yo no viví, hay alguien que ganó todos los méritos, hay alguien que pagó todas las deudas, hay alguien que satisfizo la Justicia más alta, hay alguien que pagó el mayor sacrificio que pudo haber, la redención perfecta. Ese alguien es Jesús, el Mesías prometido, el Santo de Israel, el que es el Primero y el Último, el Rey de reyes, el Cordero inmolado, el Gran Vencedor, el Juez Supremo, el que es el Camino, la Verdad y la Vida, el Cristo, el Campeón, el Señor sobre cielo y Tierra, el Creador del Universo, el Grande, el Eterno. Y es en Su nombre, en Sus méritos, por Sus obras, por Su sacrificio, por Su misericordia inmerecida, que no voy a ir al infierno.

Sé lo que merezco en base a mis méritos, en base a mis ganancias, a mis pobres y ruinosos merecimientos, lo sé perfectamente. Pero es solamente gracias a Él y lo que hizo por mí que puedo decir con la claridad diáfana del agua cristalina, que no voy a pagar lo que merezco porque Él ya lo pagó, que he sido totalmente perdonado de mi maldad, de mi rebeldía, que he sido transformado desde dentro y liberado de mi ruina personal, que he sido comprado por el precio más alto, que mi vida y mi alma están escondidas en Su mano, que he sido adoptado por Dios y ahora soy Su hijo, y Él mi Padre. Sí, por Sus méritos y para Su gloria, sin importar lo que haya hecho o cómo haya sido, yo voy a estar con mi Dios para toda la eternidad, yo voy a ir al Cielo.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Primavera



Hoy, 20 de marzo a las 12:03 comienza la primavera. Celebrémoslo como se merece, con nuestro amigo Vivaldi. Pasad muy feliz primavera y ¡que la alergia no sea muy malvada con nosotros este año!


jueves, 28 de febrero de 2013

El viaje en tren


El tren resoplaba con la fuerza de un millar de caballos. La densa nube que dejaba a su paso se podía ver desde kilómetros de distancia. El gran prodigio de la ciencia llevaba a sus pasajeros de un punto a otro de Francia con la perfección de la maquinaria que el avance había provisto para la humanidad.

En un vagón, un universitario que volvía a su hogar para disfrutar de las vacaciones estivales con su familia, leía un manual de ciencias con avidez. Desde siempre le había encantado la naturaleza, su meta más alta era la de llegar a ser como uno de esos grandes catedráticos que sabían absolutamente todo acerca de la vida, que habían estudiado hasta los más recónditos rincones de la existencia y poseían la verdad que después enseñaban a sus alumnos. Le encantaba saber explicar el por qué de las cosas.

A su lado, un anciano de unos 70 años leía con mucho interés un libro bastante gordo, de tapas oscuras. Un marca-páginas rojo colgaba entre las páginas corroídas por el uso. En seguida, identificó el libro que leía el viejito, era una Biblia. Se fijó un poco, estaba abierta por el evangelio de Marcos. El chico esbozó una sonrisa y dejó escapar un soplido ante la lectura de aquel anciano. No era posible que aún siguiera aquella gente creyendo toda esa clase de patrañas.

- Perdone, señor. – El anciano llevó cansinamente un dedo a la zona donde estaba leyendo para no perderse antes de levantar la vista con una sonrisa en el rostro.- ¿Usted aún cree en ese libro con toda esa sarta de fábulas y cuentos que es la Biblia?

- Pues la verdad es que sí.- El viejito se quitó las gafas mientras miraba al joven a los ojos, con una sonrisa cándida.- De hecho, creo que esto es mucho más que un libro, que es la Palabra de Dios. ¿Estoy equivocado al creer eso?

- Claro que sí, señor. Si usted dejase de mirar cuentos y estudiase un poco de la Historia Universal, verá que hace más de 100 años, ocurrió un hecho conocido como la Revolución Francesa que demostró la miopía de la religión.- El joven se emocionaba según proseguía en su argumento que, sin duda, dejaría derrotado al pobre viejito ignorante. – La ciencia ha demostrado que el cuento que dice ese libro de que Dios creó el mundo en 6 días es una mentira que solo creen los ignorantes. Debería estudiar un poco de ciencia y entender lo que dicen los científicos hoy en día.

- Entonces, ¿eso es lo que dicen los científicos sobre la Biblia?

- Lo siento, señor. Tengo que bajar ya en la próxima estación, pero me gustaría hacerle llegar algún material para que estudie y entienda un poco lo que dice la ciencia sobre la Biblia y sobre las leyendas y mitos que usted cree. ¿Tiene una tarjeta de visita para que pueda mandarle algunos libros y artículos acerca de esto mismo?

El anciano asintió, mientras se llevaba la mano a la cartera para sacar una tarjeta que le extendió al chico, que la guardó en su bolsillo. Se levantó para dar la mano al joven mientras el tren paraba en el final del camino para el universitario. Fue cuando ya se hubieron despedido y el chico estuvo en la estación que se llevó la mano al bolsillo y se quedó boquiabierto al leer lo que decía la tarjeta:


Profesor Doctor Louis Pasteur
Director General del Instituto de Investigaciones Científicas
Universidad Nacional de Francia

'Un poco de Ciencia nos aparta de Dios.
Mucha, nos acerca a Él'

jueves, 7 de febrero de 2013

Indescribable

Hoy os traigo una preciosa canción junto con la traducción al castellano. Espero que la disfrutéis y que si veis algún fallo en la traducción u os gustaría hacer alguna observación, no dudéis en comentar.



INDESCRIBABLE - CHRIS TOMLIN



Indescriptible


Desde lo más alto de las alturas a las profundidades del mar
la creación revela Tu majestad.
Desde los colores del otoño a la fragancia de la primavera
cada criatura es única en la canción que te canta,
Todos exclaman.

Indescriptible, incontenible,
pusiste las estrellas en el cielo y las conoces por nombre.
Eres un Dios increíble.
Todopoderoso, indomable,
Asombrados caemos de rodillas mientras humildemente proclamamos,
eres un Dios increíble.



Quién le dijo a cada relámpago a dónde debería ir,
o vio bodegas celestiales llenas de nieve.
Quién imaginó el sol y le dio la fuente para brillar,
y aún lo oculta para darnos el frescor de la noche.
Nadie puede entender.

Indescriptible, incontenible,
pusiste las estrellas en el cielo y las conoces por nombre.
Eres un Dios increíble.
Todopoderoso, indomable,
Asombrados caemos de rodillas mientras humildemente proclamamos,
eres un Dios increíble.
Eres un Dios increíble.

Indescriptible, incontenible,
pusiste las estrellas en el cielo y las conoces por nombre.
Eres un Dios increíble.
Todopoderoso, indomable,
Asombrados caemos de rodillas mientras humildemente proclamamos,
eres un Dios increíble.
Indescriptible, incontenible,
pusiste las estrellas en el cielo y las conoces por nombre.
Eres un Dios increíble.
Todopoderoso, indomable,
Asombrados caemos de rodillas mientras humildemente proclamamos,
eres un Dios increíble.
Eres un Dios increíble.

Incomparable, incambiable.
Ves las profundidades de mi corazón y me amas igual.
Eres un Dios increíble.

Eres un Dios increíble.


miércoles, 6 de febrero de 2013

El escudo galáctico


Y más ajuste fino. Hoy os traigo un artículo de ABC.es en el que podemos ver otro de los aspectos en el que queda claro que nuestro planeta es sorprendentemente privilegiado y que todo ha sido diseñado por una mente con una inteligencia asombrosa. Para ver el original, pinchad aquí. Disfrutad.

Hace tres años, la pequeña nave espacial Explorador del Límite Interestelar (IBEX) de la NASA descubrió unas inesperadas emisiones de altas energías que formaban una misteriosa «cinta» en el límite del Sistema Solar. Este fenómeno ha desconcertado a los científicos todo este tiempo, que han propuesto más de una docena de teorías para tratar de explicarlo sin llegar a ninguna conclusión definitiva. Ahora, investigadores de la Universidad de New Hampshire están prácticamente convencidos de haber encontrado una explicación, que han publicado en la revista Astrophysical Journal. Según ellos, la llamativa y estrecha banda está formada por partículas cargadas del viento solar atrapadas en esta región.
El interés por el fenómeno está más que justificado, ya que esta banda se encuentra al borde de la heliosfera, la enorme burbuja que rodea nuestro Sistema solar y que actúa como un escudo protector contra los dañinos rayos cósmicos, que podrían impactar contra los planetas, entre ellos la Tierra, y poner peligro la vida. Los campos magnéticos del medio interestelar -el espacio entre las estrellas- influyen de forma importante en nuestra heliosfera, así que cualquier cambio en ellos supone un cambio en nuestro escudo protector.
Los investigadores han llamado a su explicación «teoría de la retención». De acuerdo con ella, el «nudo» se forma en un lugar especial donde el viento solar interactúa con el campo magnético galáctico. El Sol emite constantemente un viento solar de partículas cargadas o iones que viajan en todas direcciones a velocidades supersónicas. Las cámaras de IBEX miden los átomos neutros energéticos que se forman cuando las partículas cargadas se neutralizan. Cuando abandonan el Sistema solar, la mayoría se mueven en varias direcciones para nunca más volver a entrar. Sin embargo, algunas impactan contra otros átomos neutros, convirtiéndose en partículas cargadas de nuevo. Entonces comienzan a girar rápidamente alrededor del campo magnético creando ondas o vibraciones que las mantienen atrapadas. Así se forma la banda.
Nathan Schwadron, autor principal de la investigación, de la Universidad de New Hampshire, compara el proceso con una serie de barcos atrapados en un puerto. «Piense en la banda como un puerto y las partículas del viento solar que contiene como barcos. Los barcos pueden quedar atrapados en el puerto si las olas del mar fuera de ella son lo suficientemente potentes. El nudo es una región donde las partículas, originarias del viento solar, quedan atrapadas o "retenidas" por intensas ondas y vibraciones en el campo magnético».
Los investigadores creen que su teoría de la retención está en consonancia con todas las observaciones realizadas por la sonda IBEX,que ha proporciona imágenes de las interacciones invisibles entre el viento solar y el medio galáctico con sus cámaras ultrasensibles desde que fue lanzada en 2008. Aunque la teoría parece dar en el diana, el equipo está todavía lejos de creer que la banda esté completamente explicada. Una prueba importante para validar el modelo será observar cómo se transforma con los cambios del viento solar.
«Si la teoría es correcta -señala Schwadron- la banda se puede utilizar para decirnos cómo nos estamos moviendo a través de los campos magnéticos del medio interestelar y cómo esos campos magnéticos influyen después en nuestro medio espacial».

martes, 5 de febrero de 2013

Post-cristianismo


Represión, avaricia, hipocresía, restricciones, política, acaparación, destrucción de la libertad, guerras, egoísmos, matanzas, pobreza, desidia, afán de superioridad, injusticias, ansia de controlar a los demás, uniformidad, diferentes varas de medir, destrucción, mentiras, maldad, juicios falsos, guerras fratricidas, impuestos a los pobres para enriquecerse unos pocos, inquisiciones, muerte a los infieles, violaciones, aprovecharse del débil, amar el poder y a los poderosos, callar ante atrocidades, incluso aplaudirlas, asesinar a los disidentes, cerrar bocas a fuego, retrasar el avance de la ciencia, sembrar la discordia, hacer el mal, amar más el dinero y el poder que a las personas, prevaricar, pasado, felizmente pasado…

Puede ser que esto sea lo que te viene a la mente cuando escuchas la palabra “cristianismo”. Vivimos en una  sociedad que ya ha probado el cristianismo, y está claro que solamente ha traído miseria, desolación, injusticias, retraso. Pero eso ya ha pasado (gracias a Dios, dirá alguna mente mordaz), ha pasado y ahora hemos evolucionado, porque después del túnel debe venir la luz, porque después de la tormenta, felizmente, llega la calma.

Vivimos en un país, y en un continente, que se tiene por post-cristiano. Aquello ya lo probamos durante demasiado tiempo, y está claro que no funcionaba. Ahora somos más listos, la ciencia nos ampara, y todo el mundo sabe que la ciencia es el enemigo de la fe, luego ahora ya nada de eso funciona.

Es obvio que hay muchas, muchísimas, demasiadas cosas que se han hecho muy mal en el seno de la iglesia de Roma, acaparadora de ese mal llamado cristianismo durante siglos. Y no me corresponde a mí defenderlos, pero me parece bastante injusta esta postura con los Romanos, es cierto que han hecho muchas cosas malas, auténticas aberraciones, eso no lo quita nadie, y no creo que haya más justificación que la de la maldad humana; pero también es verdad que hay muchas cosas que se han hecho muy bien, es cierto que hasta hace muy poco tiempo las únicas ayudas que recibían los pobres y desamparados, eran gracias a la iglesia de Roma, al menos en nuestro país, es cierto que, de una manera o de otra, se ha mantenido una unidad, una estabilidad en nuestro continente que de otra manera no habría sido posible.

Pero no es mi intención llamar la atención sobre lo que fue el pasado de nuestro país, no quiero remover el estiércol y sacar a la luz el poco bien entre el mucho mal. No quiero llamar la atención sobre el pasado y sus sinsabores, sobre la miseria o la falta de ella que dejó lo que tú consideras como cristianismo, quiero llamar la atención sobre el cristianismo mismo.

El cristianismo no se trata de gente que se cree superior a otros intentando imponer su criterio, el cristianismo trata de gente que se sabe inferior intentando ayudar a los demás. El cristianismo no va de los buenos contra los malos, va de los malos redimidos y perdonados. El cristianismo no es una sociedad de gente que se tiene por buena, va de gente que se sabe necesitada, que se sabe salvada, que se sabe perdonada, que se sabe amada, y que solo quiere que los demás entiendan qué es eso tan grande que ellos han encontrado. El cristianismo va de Dios mismo buscando pecadores, muriendo en su lugar. Ese es su valor, el auténtico valor del cristianismo reside en una horrible cruz, en una tumba vacía. No reside en el oro, en la elocuencia o en el poder. El cristianismo va de Dios mismo viniendo a buscar lo que se había perdido.

Lo que estoy diciendo es que España, que Europa no es una sociedad post-cristiana. Lo que estoy diciendo es que nuestra sociedad nunca ha conocido el cristianismo, lo que ha conocido es una organización que en nombre del cristianismo ha hecho y ha deshecho el bien y el mal que ha estimado oportuno.

Seguramente pensarás que el cristianismo ya nada tiene que ofrecer al mundo de hoy en día, pero es precisamente hoy, en esta sociedad en la que vivimos, en donde el cristianismo auténtico tiene mucho más que decir que en cualquier otro momento histórico. Miro a mi alrededor y pienso hasta qué punto nuestro mundo sería mejor si todo el mundo supiera de su bajeza, si tuviésemos a los demás como superiores a uno mismo, si tratásemos de ser el reflejo del amor que Dios nos ha mandado, si buscásemos el bien de los otros por encima del nuestro propio, si viviésemos nuestras vidas como debemos, literalmente, como Dios manda. 

Si cuando escuchas la palabra “cristianismo” te viene a la mente lo que hay arriba, sencillamente debes pensar en si en realidad, alguna vez en tu vida has entendido el cristianismo.

martes, 29 de enero de 2013

Nosotros


Ha costado, sí. Y cada uno de los días, de las semanas que se convertían en años, lo han hecho mucho más difícil. Y cada uno de los kilómetros en medio ha hecho que todo sea más frío, más incierto, más inseguro.

No es mi intención contar la historia, no dudo que sería un tema perfecto para un libro, uno de los buenos, de los que hace que se te caigan las lágrimas, y de los largos también, esta historia tiene ya 100 meses de duración, desde aquel agosto del 2004. Ha sido difícil, es muy complicado, y no cuento con que todo vaya a ser un camino alfombrado de pétalos de rosa a partir de ahora, pero hay algo que tengo claro, y es que ha merecido, merece y merecerá la pena.

Ella se llama Rebeca, y me gustó desde la primera vez que la vi, aunque no fue hasta diciembre del 2005 que supe que quería que ella, y no otra, fuera quien compartiera mi camino, y yo el suyo. En mi orgullo había decidido que algo debía ser de una manera, y ella me habló con la firmeza de la razón y con la ternura de una caricia. Eso consiguió dos cosas, hacerme recapacitar sobre mi actitud y mis motivaciones, y decidir que si alguien me iba a seguir corrigiendo el resto de mis días, sin duda alguna, quería que fuese ella.

Mucho ha pasado desde entonces, tanto que dudo que fuera capaz de organizar mis pensamientos fácilmente para saber qué ocurrió cuándo. Sí que sé que han sido muchas las ocasiones en que he deseado con todas mis fuerzas olvidarme de ella, pasar página en medio de la tormenta, refugiarme en el olvido cuando el dolor arreciaba, pero no lo conseguí. Sencillamente no era capaz, eso o algo en mi interior se negaba a abandonar la esperanza contra-esperanza.

Ha dolido, ha sido difícil. Duele y es difícil. Dolerá y será difícil. De eso no tengo ninguna duda. Pero hay algo que ahora sí tengo más claro que nunca, cuanto más grande es el premio, más grande es el coste. Y hoy puedo celebrar que el premio es mucho más grande de lo que puedo expresar con palabras, que cada metro que me separa de ella ahora, que cada segundo de espera constante ha merecido la pena, que ella vale cada lágrima, cada desesperación, cada “¿por qué?”, cada “¿hasta cuándo?”. La distancia sigue ahí, no por un gran lapso, y el tiempo aún se ve lejano, en un sentido, pero no puedo estar más convencido de que quiero compartir cada día de mi vida con ella, que quiero ver su sonrisa al despertar, que quiero pedirle mil veces perdón por mi torpeza, y aprender a su lado, que quiero que cada día cuente, que no se ponga un solo sol sin que esté convencida de cuánto la amo.

Pero esta ecuación no quedaría completa, estaría siendo absolutamente injusto y dejaría lo más grande en el tintero si no reconociera, diera la gloria y evocase al cerebro y causante de todo esto, al corazón tierno que creó el amor para nosotros, a las manos fuertes que nos han levantado tantas veces, al brazo firme que nos ha protegido de innumerables peligros y nos ha ayudado a levantarnos cuando caíamos. Porque es Dios, no tengo ninguna duda, el que está detrás, sonriendo. El que me empuja hacia ella, el que le empuja hacia mí, el que da fuerzas para que ni la distancia ni el tiempo apaguen la llama, el que nos regala con alegría todo lo que necesitamos para celebrar nuestra unión, Él es el Padre que nos enseña, quizá a veces con métodos que no entendemos aún, el precio del amor, el valor del compromiso, la fuerza de esta decisión, que un cordón de tres dobleces no se rompe fácilmente, que estando Él en el medio, no hay de qué temer.

Así que hemos decidido unir nuestras vidas en un acto de locura a ojos de muchos el 10 de agosto. Y lo hemos decidido así porque tenemos claro que ya hemos encontrado a la persona con quien compartir nuestras vidas, porque nos queremos, porque entendemos que Dios así nos lo confirma y porque hemos decidido, no de palabra, sino con nuestras propias vidas, confiar en Dios, entregarle todo lo que tenemos, dedicarnos a servirle y que sea Él quien se ocupe de lo demás. Porque no entendemos otra manera de actuar, y porque pensamos que lo insensato sería tratar de buscar la sabiduría de los locos en un mundo de locos.

Y así es como será, si Dios quiere. He decidido amar a Rebeca hasta el día en que muera, y he decidido hacerlo aunque sea difícil, aunque todo vaya en contra, incluso aunque haya días en que sencillamente no quiera o que parezca que “se ha acabado la pasión”. He decidido hacerlo, y así lo haré, con la ayuda de Dios. Y juntos, hemos decidido confiar en Él con nuestras vidas, servirle con todas nuestras fuerzas y buscarle con todo nuestro corazón, y hacerlo juntos. Y así será, con su ayuda, hasta el día de nuestra muerte, confiaremos en Él en los buenos y en los malos momentos, confiaremos en Él aunque no entendamos lo que viene, confiaremos en Él porque sabemos en quién hemos creído, confiaremos en Él aunque muramos por esta confianza, después de todo, él ya murió por nosotros.

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