miércoles, 31 de octubre de 2012

Soy católico


Soy cristiano, católico, apostólico y bejarano.

Soy cristiano porque he decidido libremente y sin ninguna coacción confiar plenamente en el sacrificio de Cristo para pagar mi culpa, porque he decidido creer en lo que dice la Biblia y tratar de obedecerlo, porque he confesado que soy pecador, inmerecedor de ningún favor de parte de Dios, porque me he arrepentido de mis pecados y porque tengo la firme esperanza de estar con él por toda la eternidad.

Soy católico porque formo parte de la comunidad de los fieles de Cristo. Católico significa “universal”, es decir, que la iglesia católica es literalmente la iglesia universal, la de todo el mundo, la que aglutina a todos aquellos que verdaderamente han confiado en Cristo para pagar su mal. Así que, por mucho que se haya adueñado de esta palabra la Iglesia de Roma, yo no sigo sus catecismos y para nada me pueden considerar como un integrante más de ellos, pero soy católico, formo parte de la Iglesia universal, no de la del obispo de Roma, sino de la de Cristo.

Soy apostólico porque Dios me ha enviado a proclamar las buenas noticias. Apóstol significa literalmente en griego “enviado”. Y es en este sentido que lo soy. En el capítulo 28 del Evangelio de Mateo, el 24 del de Lucas y en el primero del libro de los Hechos de los apóstoles, Jesús les ordena, y por ende, a su Iglesia católica (en el sentido que antes he explicado) a ir por todo el mundo a predicar el evangelio (en griego, las buenas noticias) a hacer discípulos y enseñarles lo que él les mandó, a bautizarlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo y les prometía su ayuda y su poder para esta misión. Pues bien, tengo la profunda convicción de que esta misma tarea me toca cumplirla, y que Jesús mismo me la encomendó como parte de su iglesia. Así que soy enviado por él, soy apostólico.

También soy apostólico porque sigo las enseñanzas de los apóstoles, aquellas que trasmitió personalmente Cristo. Y estas son ni más ni menos que las que ellos mismos escribieron en el Nuevo Testamento, porque esta es la base de mi fe y no la de invenciones y tradiciones humanas.

soy bejarano porque tengo el inmenso privilegio de vivir en una ciudad tan bonita y acogedora como Béjar. Para esto no creo que haga falta profundizar mucho, sobran las palabras.

Y digo esto porque hoy es el día de la Reforma, porque tal día como hoy de 1517, el entonces monje agustino Martín Lutero clavó en la puerta de la iglesia de Wittenberg, en Alemania, las 95 tesis que servirían de trampolín para cambiar el mundo. Digo esto porque somos, no solamente los protestantes, sino todos los que vivimos en la cultura occidental, herederos de este hecho que cambió la historia. Y es que la iglesia de Roma no tiene el monopolio de la verdad, como tampoco la tiene ninguna otra iglesia. Porque la verdad la tiene la Biblia, porque la Verdad es Cristo, y toda autoridad, toda religión, todo hombre que vaya en contra de la misma Palabra de Dios sencillamente está equivocado.

Ya en los primeros días del cristianismo, Pedro, al enfrentarse a las acusaciones de los líderes judíos y a sus amenazas para que se estuvieran callados de lo que habían visto y oído dijo: “Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios” (Hch. 4:19) Nadie viene de parte de Dios si contradice su Palabra, y eso lo entendió Lutero a la perfección, hasta tal punto que no dudó en poner su vida en juego para seguirlo. Él no pretendía dejar la iglesia de Roma, ni siquiera formar una iglesia nueva, él solo pretendía reformarla acorde con la Palabra de Dios, de la que nunca debió apartarse.

Pero él no fue la única voz disonante, ni siquiera la primera. A lo largo de la Edad Media, hubo muchos intentos de reforma, de mejorar las cosas volviendo al origen, a la Palabra viva y eficaz, intentos que fueron sofocados por la fuerza y la sangre en tantas ocasiones, y de eso tenemos experiencia de sobra aquí en España.

Me gustaría comenzar una serie de entradas, celebrando el 495 aniversario de la Reforma Protestante, indagando y buscando la verdad de todo esto, comenzando por los “intentos de reforma” anteriores a Lutero, pasando por las circunstancias de la iglesia de Roma en aquellos días y terminando por la necesidad de ser una iglesia reformada a diario, basándonos siempre en esta reforma en la Palabra de Dios.

¡Feliz día de la Reforma a todos y pasad buen puente!

lunes, 29 de octubre de 2012

¿Dios vs Sufrimiento?


"- Los cristianos creen en cinco cosas –dije-. Primero, Dios existe. Segundo, Dios es todo bondad. Tercero, Dios es todo poder. Cuarto, Dios es todo sabio. Y quinto, la maldad existe. Ahora, ¿cómo cada una de esas frases son ciertas al mismo tiempo?

- Al parecer no es posible -concedió-. (…) Hay un problema lógico aquí: uno puede ser inteligente, o sincero, o fundamentalista, o dos de cualquiera de los tres, pero no los tres. (…) De modo que si todas estas creencias son ciertas, y los cristianos creen que lo son, parecería que la consecuencia es que ningún mal puede existir.

- Pero la maldad sí existe -dije-. Por lo tanto, ¿no es lógico dar por sentado que tal Dios no existe?

- No, yo diría que una de esas creencias referentes a él deben ser falsas o no lo entendemos como es debido."

Todo poder, todo sabiduría y todo bondad. Aparentemente la presencia de un Dios con estos tres atributos es incompatible con la existencia del mal y del sufrimiento. A continuación explicaré la manera en que, no solamente es perfectamente compatible el mal con este Dios, sino que es una muestra más de la existencia de este Dios.

Primer atributo: Dios es todo poder.

Que Dios es todopoderoso significa que puede hacer todo lo significativo, todo lo que es posible lógicamente en absoluto, él no puede hacer que deje de existir él mismo o que lo malo sea bueno. Esto no significa que deja de ser todopoderoso por no poder hacer ciertas cosas, esto significa precisamente que al ser todopoderoso hay cosas que no puede hacer. No puede cometer errores, solo los débiles los cometen. Uno de esos errores podría ser crear contradicciones lógicas como crear una montaña tan grande que ni él pudiera moverla.

Ahora, la contradicción aparente en este problema del que estamos tratando es que no es lógicamente posible tener libre albedrío sin la posibilidad de maldad moral. Esto quiere decir que Dios creó la potencialidad del mal, creo un mundo, un ser humano libre, y esto quiere decir que existía la posibilidad que, en medio de su libertad, incurriera en el mal, esto significa que el libre albedrío que nos dio, traspasaba la responsabilidad a estos seres libres, nosotros. El mal no tiene su origen en el poder de Dios, sino más bien en la libertad del hombre. Si no fuéramos plenamente libres, no existiría la posibilidad de ser malos, y es porque somos libres, que tenemos la capacidad de ser malos.

La solución a esto podría haber sido el crear una humanidad sin la libertad suficiente como para poder hacerlo mal, pero entonces sencillamente no existiría la humanidad. La realidad de la libertad incluye la potencialidad del mal, aunque también tiene la potencialidad del bien supremo, del amor. Sin mal y sin el sufrimiento que este trae, no existiría el amor, porque el amor es una elección, la atracción visceral que no podemos controlar no es amor, es eso, atracción. El amor es un compromiso, una decisión. Y para que exista esa capacidad de buscar el bien del otro, debe necesariamente existir la posibilidad de desear su mal. Dios lo hizo a la perfección, fuimos nosotros quienes lo arruinamos todo mal usando nuestra libertad.

La evidencia nos lleva a ver que Dios es todopoderoso. El aspecto a recordar es que la creación de un mundo donde existe el libre albedrío y no se tiene la posibilidad de pecar es una contradicción en sí misma, y eso abre las puertas a que las personas escojan el mal antes que a Dios, trayendo como resultado el sufrimiento. La abrumadora mayoría del sufrimiento en el mundo se debe a nuestras elecciones de matar, engañar, ser egoístas, romper nuestras promesas, ser imprudentes, irresponsables, etc.


Segundo atributo: Dios es todo sabio.

Si Dios es todo sabio, no solamente conoce el bien y el mal presente, sino el bien y el mal futuro también. Si su inmensa sabiduría excede a la nuestra, es al menos posible, que un Dios amoroso tolerase a propósito cosas horribles como el hambre en el mundo, porque prevería que a la larga más personas estarían mejor en el futuro y más contentas que si él interviniera de manera milagrosa. Al menos, esto es posible en una forma intelectual.

Esto puede sonar como una evasiva, un poco forzado, pero viendo un ejemplo, o más bien podría llamarlo “el ejemplo”, quedará mucho más claro. La peor cosa que ha ocurrido en toda la historia, ha sido para traer la mejor cosa que ha ocurrido en toda la historia. Me explico, Dios mismo se hizo hombre hace algo menos de 2000 años, vivió entre nosotros, enseñó muchas cosas a sus discípulos, incluso querían ya hacerle rey político sobre Israel. Y entonces le acusaron falsamente, le entregaron a los tribunales romanos y le mataron salvajemente. Matamos a Dios. Si Nietzsche pensó que esto lo habían logrado en el siglo XIX, deberían haber preguntado a Caifás y a Pilato. Le mataron, literalmente. Es la situación más dramática de toda la historia, de la prehistoria y de lo que está por venir, no puede haber nada peor que aquello. Pero aquello fue usado por Dios para traer la suprema bondad, la mejor noticia para los hombres, el acontecimiento más bueno de cuantos ha habido, ya no a nivel intelectual, religioso general o global, sino la mejor noticia a nivel individual que puede recibir cada uno. ¡Sí!, ¡Dios mismo pagó tu pena, y ahora tienes la opción de elegir la salvación gratuita que te ofrece! Pero esto, como casi todo en la vida, es una decisión personal que, en libre albedrío, cada uno debe tomar bajo su responsabilidad, tomando las consecuencias justas de su decisión.

Durante la crucifixión, los discípulos no veían cómo resultaría en algo bueno; de manera similar, a medida que enfrentamos luchas, pruebas y sufrimientos, a veces no somos capaces de imaginar que vendrá algo bueno. Sin embargo, vimos que sucedió en el caso de Jesús. No es fácil de responder fríamente a algo tan duro como el sufrimiento, como el mal y las situaciones que mucha gente pasa, es difícil entenderlo, yo mismo no lo entiendo en muchas ocasiones. Pero he visto como Dios lo ha usado para bien otras veces. Probablemente a nivel intelectual sea capaz de verlo, pero en la vida real, usando el corazón, debo confiar en Dios, en que Él es sabio para usar el mal actual para un bien mayor en un futuro.


Tercer atributo: Dios es todo bondad.

La palabra bueno es notoriamente engañosa, porque aún en los asuntos humanos tiene una amplia gama de significados. Sin embargo, una vez más la diferencia entre nosotros y los animales, y puesto que lo bueno varía de manera considerable entre nosotros y los animales, debe variar aun mucho más entre nosotros y Dios. Esto significa que si Dios permite a propósito ciertas cosas, que si nosotros las hacemos nos convertirían en monstruos, no necesariamente cuenta contra Dios. Explicaré un poco esto último, si yo le digo a mi hermano David, tres años mayor que yo: “Podría sacarte de un problema, pero no lo haré”, quizá sería poco serio, y a lo mejor malvado. No obstante, eso lo hacen los padres constantemente con sus hijos a cada momento. No les hacen sus tareas, no les ponen en una urna y les protegen de todo dolor.

Los dentistas, los entrenadores deportivos, los maestros, los padres, todos saben que a veces ser bueno no es ser amable. Incluso los antiguos griegos creían que los dioses enseñaban la sabiduría mediante el sufrimiento. El carácter moral se forma a través de las privaciones, de subsanar obstáculos, de soportar a pesar de las dificultades. Un ejemplo claro es la valentía, la valentía sería imposible en un mundo sin dolor.

Enfrentemos esto: aprendemos de los errores que cometemos y del sufrimiento que traen. El propósito de nuestra vida en este mundo no es la comodidad, sino la práctica y la preparación para la eternidad. Supongamos que no tuviéramos sufrimiento alguno, imaginémonos que tuviésemos medicamentos para cada dolor, entretenimientos gratis, amor libre, todo menos dolor. Sin Shakespeare, sin Beethoven, sin muerte, sin propósito. Mocosos imposibles y malcriados… en eso nos convertiríamos.

Hazte a la idea de que eres Dios y tratas de crear un mundo mejor en tu imaginación. Trata de crear una utopía. Sin embargo, tienes que pensar en las consecuencias de todo lo que trates de mejorar, cada vez que uses la fuerza para prevenir el mal, quitas libertad. Para prevenir todo el mal debes quitar toda la libertad y reducir a las personas a títeres, lo que quiere decir que ya no tendrían la habilidad de elegir el amor con entera libertad. Terminarías creando un mundo de precisión que le encantaría a un ingeniero. No obstante, una cosa es cierta: perderías la clase de mundo que desearía un Padre.




Parando a pensar en qué significan estos tres atributos de Dios a la luz de la existencia de la maldad y el sufrimiento en el mundo, podemos ver que pueden coexistir con esta realidad a la perfección. Es más, podemos ver que si no existiera el mal, Dios no sería omnipotente al incurrir en la contradicción de que sin la posibilidad de hacer mal no existiría la posibilidad de la libertad. En la existencia del mal podemos tener la esperanza de un Dios bueno que está usando y aprovechando lo malvado para crear algo mejor, y tendríamos que conformarnos con lo presente, sin esperanza en un futuro mejor. Si no existiera el mal, Dios sería ese ser frío e impasible que tiene a sus criaturas controladas como marionetas sin dejarles pensar por sí mismas, Dios sería un programador informático en lugar de lo que es, un buen Padre.

Al contrario de lo que podamos pensar, la evidencia de la existencia del mal en el mundo no solamente no es contradictoria con la existencia de este Dios todopoderoso, omnisciente y todo bondad, sino que es una de las tantas pruebas de su existencia, perfectamente compatible con su naturaleza, con su plan y con su amor por nosotros y nuestra libertad.

* Resumido de "El Caso de la Fe" de Lee Strobel (Cap. 1)

jueves, 25 de octubre de 2012

El Jesús no-cristiano


En otras ocasiones ya he tratado acerca de la figura histórica de aquel carpintero judío del primer siglo de nuestra era, que impactó tanto a sus marginales discípulos que literalmente cambió el mundo hasta el punto que si decimos que vivió en el primer siglo es porque precisamente contamos el tiempo a partir de su supuesta fecha de nacimiento. En otras ocasiones he explicado el por qué de mi plena confianza en que sus cuatro biografías contenidas en el canon bíblico, los evangelios. Pero hoy me gustaría cambiar un poco el chip, y hablar de lo que tienen que decirnos las gentes no cristianas ni afiliadas a ninguna “secta cristiana” primitiva.

Ya hemos hablado del ingente número de copias manuscritas a las que tenemos acceso de los evangelios y de la inmensa cercanía temporal entre ellas y los originales de estas biografías de Jesús, en comparación con cualquier obra escrita de la antigüedad. También hemos hablado de la impresionante igualdad entre estos manuscritos que nos han llegado de un 99,5%, lo que nos permite reconstruir con asombrosa precisión lo que dijeron los cuatro evangelistas en sus mismas palabras, literalmente. Pero esto no es lo único que tenemos acerca de este Jesús de Nazaret, acerca de este hombre humilde, de un rincón marginado y apartado del gran Imperio Romano, que revolucionó el mundo, cambió absolutamente todo, y tuvo la osadía de declararse Dios y demostrarlo con autoridad.

Es importante recordar que en el año 70 dC. los romanos sofocaron una tremenda rebelión de los judíos que llevó a la masacre de poblaciones enteras, a la destrucción de ciudades hasta los cimientos y a la devastación de cualquier elemento, edificio o personaje que tuviera alguna relación con el judaísmo o con la vida cultural de aquella región. Debido a esta situación tan dramática, sin duda, mucha de la evidencia que podría habernos llegado acerca del movimiento creciente que existía en aquellos años respecto a la figura de Jesús, fue destruida. Muchos testigos oculares de los eventos que relatan los evangelios fueron víctimas de aquellas guerras. Teniendo en consideración estos hechos, unidos al hecho de que Jesús vivió en una región apartada de este vasto imperio, como antes mencionaba, es muy sorprendente la cantidad de información que nos ha llegado acerca de este judío que dijo que era el Mesías esperado durante tanto tiempo. Algunas de estas informaciones, aparte de lo que nos ha llegado por los textos de la Biblia y por los primeros cristianos, son las siguientes:

Los judíos, primeros seguidores de Jesús, que también era judío, tienen algo que decir respecto a este personaje histórico. Tanto es así que en el Talmud Babilónico (Sanedrín 43ª) nos confirma la crucifixión de Jesús en la tarde de Pascua, también en este documento podemos encontrar acusaciones en su contra de brujería y de predicar la apostasía de la religión judía. El historiador judío Flavio Josefo, que presenció y escribió largo y tendido acerca de la guerra que devastó Judea en el 70 dC. nos escribió lo siguiente a principios del segundo siglo: “Ahora, había alrededor de este tiempo un hombre sabio, Jesús, si es que es lícito llamarlo un hombre, pues era un hacedor de maravillas, un maestro tal que los hombres recibían con agrado la verdad que les enseñaba. Atrajo a sí a muchos de los judíos y de los gentiles. Él era el Cristo, y cuando Pilato, a sugerencia de los principales entre nosotros, le condenó a ser crucificado, aquellos que le amaban desde un principio no le olvidaron, pues se volvió a aparecer vivo ante ellos al tercer día; exactamente como los profetas lo habían anticipado y cumpliendo otras diez mil cosas maravillosas respecto de su persona que también habían sido preanunciadas. Y la tribu de cristianos, llamados de este modo por causa de él, no ha sido extinguida hasta el presente.” (Antigüedades XVIII.33) En cualquier caso, no deja de ser sorprendente que no haya ni un solo testimonio negando la resurrección de Cristo, con lo fácil que habría sido para ellos el salir y negar este hecho, puntal básico para las doctrinas cristianas, para hacer que se viniera abajo esta "secta" que estaba naciendo de su seno y tantos quebraderos de cabeza les estaban dando al afirmar que su mesías se había levantado de entre los muertos. Esto no hace sino confirmar la exactitud de los relatos bíblicos.

Pero los judíos no son los únicos que tienen algo que decir acerca de este personaje que nos ocupa. Los romanos también nos dejaron algunos documentos que podemos usar para poner en relieve la figura de Jesús de Nazaret. El historiador Tácito, en el primer siglo, es considerado uno de los más precisos historiadores del mundo antiguo. Él menciona a los supersticiosos “Cristianos”, seguidores de "Christus", quien sufrió bajo Poncio Pilato y durante el reinado de Tiberio. Gaio Suetonio, otro historiador romano (70-160) secretario en jefe del emperador Adriano, escribió que había un hombre llamado Chrestus (o Cristo) que vivió durante el primer siglo (Annais XV.44) El historiador Talus es citado por Sexto Julio Africano en su obra en una discusión acerca de las tinieblas que siguieron a la crucifixión de Cristo, diciendo que en el libro III de su Historia explica la oscuridad como debida a un eclipse solar, pero aclara que eso sería imposible debido a que la crucifixión ocurrió en tiempo de luna llena, cuando no pudo haber ocurrido un eclipse. (Escritos Existentes, 18) Plinio el Menor registra las prácticas de adoración del cristianismo primitivo, incluyendo el hecho de que los cristianos adoraban a Jesús como Dios y eran muy éticos, e incluye una referencia a las festividades y la Cena del Señor (Cartas 10:96).

Luciano de Samosata, un filósofo y escritor griego del siglo dos, admite que Jesús fue adorado por cristianos, introduciendo nuevas enseñanzas y que fue crucificado por ellos. Explicó que algunas de las enseñanzas que este Jesús trasmitió a sus discípulos incluían la hermandad entre los creyentes, la importancia de la conversión y de negar a otros dioses. Los cristianos vivían de acuerdo a las leyes de Jesús, creyéndose a sí mismos inmortales y se caracterizaban por despreciar la muerte, la devoción voluntaria y la renuncia a los bienes materiales.

Mara Bar-Serapio fue un filósofo estoico que vivió en la provincia de Siria en el primer siglo de nuestra era. El trabajo de este filósofo solamente ha llegado hasta nosotros en forma de una carta que escribió a su hijo. Está carta se encuentra en el Museo Británico. En ella confirma que Jesús demostró ser un hombre sabio y virtuoso, que fue considerado por muchos como el rey de Israel, fue llevado a la muerte por los judíos y siguió viviendo en las enseñanzas de sus seguidores.

Además, contamos con los evangelios gnósticos y los apócrifos, de los que hablamos en otra ocasión, cuyo tema principal es la figura de Jesús de Nazaret.

En conclusión, una sorprendente fuente de información acerca de Cristo puede ser hallada de fuentes no cristianas en absoluto, y gran parte de las biografías “oficiales” puede ser autentificada solamente partiendo de esto que nos dicen los testigos de excepción que nos dan su punto de vista desde este mundo pasado ya hace dos milenios. Jesús fue llamado y proclamado como Cristo (Mesías) por sus seguidores y no pocos judíos de su época, así como por multitudes de gentiles (no judíos), hizo “maravillas” (milagros), enseñó a sus seguidores unas enseñanzas revolucionarias que cambiaron sus vidas y las de aquellos que las escucharan de boca de estos hombres y mujeres que anduvieron con Cristo, fue acusado por los judíos y crucificado en la tarde de Pascua por orden de Pilato, gobernador de Judea, a su muerte las tinieblas acabaron con el día, proclamó ser Dios, cosa que sus seguidores creyeron, adorándole como tal. Incluso tenemos detalles como la celebración de la Cena del Señor (eucaristía) y el bautismo.

En definitiva, existe una abrumadora evidencia de la existencia de Jesús, y una gran parte de lo que dicen los evangelios puede ser probada solamente contando con fuentes externas al cristianismo, sin contar evidencias internas textuales, documentales, forenses y arqueológicas. Pero seguramente la prueba más grande y más contundente de la veracidad de los cuatro primeros libros del Nuevo Testamento se encuentra en las vidas de sus seguidores, entre los que se encuentran los 12 discípulos, y de aquellos que les siguieron a ellos en su adoración y servicio a este carpintero de Galilea, hombres y mujeres que sin ningún miedo estuvieron dispuestos a vivir sus vidas obedeciendo lo que Cristo les había mandado, incluso exponiéndose así a grandes peligros, y con mayor felicidad aún entregaron sus vidas como mártires por esto que creían. Ellos vivieron con el Jesús histórico, sabían cual era la verdad porque la vivieron en propia piel. Uno puede entregar su vida por aquello que le han contado que es verdad, aun siendo mentira, si lo cree firmemente, pero nunca entregará su vida por una mentira si sabe que lo es. No hubo un discípulo de Cristo, excluyendo a Judas Iscariote, que no estuviera a morir por declarar a Jesús como su Dios y Señor. La mayoría lo hicieron.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Pastilla roja, pastilla azul






- Te explicaré por qué estás aquí. Estás porque sabes algo. Aunque lo que sabes no lo puedes explicar, pero lo percibes. Ha sido así durante toda tu vida. Algo no funciona en el mundo. No sabes lo que es, pero ahí está, como una astilla clavada en tu mente, y te está enloqueciendo. Esa sensación te ha traído hasta mí. ¿Sabes de lo que te estoy hablando?

+ ¿De Matrix?

- ¿Te gustaría realmente saber lo que es? Matrix nos rodea, está por todas partes. Incluso ahora, en esta misma habitación. Puedes verla si miras por la ventana o al encender la televisión. Puedes sentirla, cuando vas a trabajar, cuando vas a la iglesia, cuando pagas tus impuestos. Es el mundo que ha sido puesto ante tus ojos para ocultarte la verdad.

+ ¿Qué verdad?

- Que eres un esclavo, Neo. Igual que los demás, naciste en cautiverio. Naciste en una prisión que no puedes ni saborear ni oler ni tocar, una prisión para tu mente. Por desgracia no se puede explicar lo que es Matrix, has de verla con tus propios ojos.
Esta es tu última oportunidad, después, ya no podrás echarte atrás. Si tomas la pastilla azul, fin de la historia. Despertarás en tu cama y creerás lo que quieras creerte. Si tomas la roja, te quedarás en el País de las Maravillas y yo te enseñaré hasta dónde llega la madriguera de conejos. Recuerda lo único que te ofrezco es la verdad, nada más.



"Hoy mismo hago testificar contra vosotros a los cielos y a la tierra, de que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge pues la vida, para que vivas tú y tu descendencia."
Deuteronomio 30:19


martes, 23 de octubre de 2012

Salmo 91

El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente.

Diré yo a YaHWeH: ¡Refugio mio y fortaleza mía, mi Dios en quien confío!

Él te librará del lazo del cazador, de la peste destructora.

Con sus plumas te cubrirá y debajo de sus alas hallarás refugio, escudo y adarga es su verdad.

No temerás el terror nocturno, ni saeta que vuele de día, ni pestilencia que ande en oscuridad, ni mortandad que en medio del día destruya.

Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra, pero a ti no te llegará.

Ciertamente con tus ojos mirarás, y verás la paga de los impíos.

Por cuanto has puesto a YaHWeH, que es mi refugio, al Altísimo por habitación tuya, no te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada.

Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, para que tu pie no tropiece en piedra, sobre el león y el áspid pisarás, hollarás al cachorro del león y al dragón.

Por cuanto en mí ha puesto su amor, Yo también lo libraré, lo pondré en lo alto, por cuanto ha conocido mi Nombre.

Me invocará y Yo le responderé, con él estaré en la angustia, lo libraré y lo glorificaré, lo saciaré de larga vida, haré que vea mi salvación.

jueves, 18 de octubre de 2012

Otoño


Aun no hemos pasado lo peor.

Y en nuestra mente aun bulle la diversión, las tibias y alegres noches ya pasadas, los tiempos en que las mayores preocupaciones eran el llegar a tiempo al esparcimiento con los amigos. Aun resuenan en nuestros oídos las alegres risas que nos recuerdan a tiempos mejores, vuelven a sonar en nuestras mentes las animadas canciones que nos han acompañado, las notas que han servido de banda sonora de aquella parte de nuestra vida que vemos pasar, y ya parece que fue hace siglos, y que ha durado tan poco. Aun podemos ver con la claridad de un cristal las sonrisas, los juegos, los colores, el brillo del sol, las nubes de algodón que ofrecían cobijo ante el sofocante calor. Nuestros dedos aun tocan un frío refresco que servía de oasis en medio de nuestro retiro espiritual, aun rozan el placer de sentirse libre. Aun tenemos presente el olor del café recién hecho por las mañanas, cuando no había que madrugar, cuando todo parecía perfecto, aun aquella cena con verdaderos amigos vuelve una y otra vez a nuestras bocas.

Pero eso ya ha pasado, ha pasado y solo ha dejado recuerdos, sensaciones. Nuestros sentidos aun pueden alcanzar aquellos días. Sin embargo, se fueron. Se fueron y jamás volverán. Ahora los árboles se preparan, los animales se disponen a refugiarse. El calor dejó paso al viento, el amarillo al marrón, la libertad al recuerdo, la vida abundante a la preparación para no morir. La exultante vitalidad ha menguado, se ha reducido, ya no se ve, y solo podemos decir que va a morir. Ya solo nos queda la memoria, ya solo nos restan los recuerdos de aquellos sentidos impactados por el colorido, los gritos alegres, los olores de libertad, la sensación de paz, los sabores que solo pueden dejar los mejores momentos.

Porque lo que tenemos delante es mucho más difícil. Incluso estos días de preparación pasarán, cederán ante el inexorable avance del frío glaciar, de la soledad, de la melancolía. Llegarán esos momentos en que ya no notemos tan cerca aquello que nos gritaron nuestros sentidos, llegará el día en que la apatía, la gelidez, la sombra de una muerte atroz pasará por entre nosotros y nos preguntemos si esos tiempos fueron reales, si no podría ser que un malvado genio nos engañara y nos hiciera ver, oler, sentir, oír y gustar una realidad que más bien era irrealidad, una vida que más bien era un sueño, un sueño malvado y atemporal. Llegará el momento en que nuestros entumecidos dedos apenas sean capaces de sentir aquello que tocan, en que el aterido azul que veamos nublará nuestros ojos y nos impedirá acceder a los amarillos recuerdos, incluso a aquellos marrones que ahora son tan reales, llegará el día en que nuestras lenguas ya no puedan saborear la dulzura de la vida, porque sencillamente no la encuentren en ninguna parte. Llegará el momento en que todo el olor que nos llegue sea el de la madera quemada, el de la muerte, el de la perdición. Llegará el día en que las canciones felices, en que las risas de los pequeños, en que las voces amigas cesarán y no serán sino la sombra de una ilusión. Llegará el día en que la muerte llame a tu puerta,  en que solo veamos la desilusión a nuestro alrededor, en que la vida parezca despachada, claudicada. En que el blanco manto lo cubra todo, y no distingamos brotes verdes. Ese día llegará.

Y entonces será cuando nos daremos cuenta de lo que realmente era importante. Entonces entraremos en razón sabiendo lo que de verdad era nuestro, y lo que era de alquiler. Ese será el momento en que veremos con diáfana claridad que no solamente teníamos el arma del recuerdo para seguir adelante. Será entonces cuando nos daremos cuenta que tenemos una esperanza, una creencia en la promesa, la seguridad en aquello que, aunque ya habíamos visto otras veces, se nos olvida tan fácilmente. Entonces comprenderemos que aun más fuerte que el recuerdo, aun más poderosa que la memoria, es la esperanza. Nos daremos cuenta que el manto blanco se va, que el frío desaparece, que la vida vuelve a su camino. Nos daremos cuenta que aquello que pensamos que nos mataría no lo hizo, pasó, llamó a nuestra puerta, nos amenazó y nos hizo más fuertes. Volvió a poner nuestros pies en el suelo, volvió a recordarnos el por qué de nuestra vida. El viento que pensamos que nos destruiría, solo vino para hacernos crecer.

Y después llegará el verde. Después volverán los cantos de las aves, cuando pensemos que se acabó, cuando descubramos que al fin hemos sobrevivido, veremos la luz de nuevo. Nuestra piel volverá a sentir el entrañable beso del sol. Nuestros ojos se volverán a deleitar contemplando los juegos de los infantes. Nuestros oídos se desperezarán de nuevo para escuchar la belleza de la vida, para disfrutar oyendo cómo suenan los tiempos mejores. Volveremos a oler la fragancia de las flores que vuelven a nacer entre la nieve que se derrite. Nuestras bocas disfrutarán con los gustos más dulces que nuestra razón puede entender. Y entonces sentiremos que de verdad estamos vivos, que realmente hemos pasado la prueba, que los malos momentos merecieron la pena, que la vida bien merece la muerte.

Posiblemente el recuerdo te martirice, mine tu moral, sabiendo que los tiempos buenos han pasado, que lo mejor ha quedado atrás. Posiblemente lo peor esté aun por llegar, puede ser que lleguen días en que la vida parezca escaparse, en que la ilusión desee huir por la puerta de atrás sin dejar rastro. Pero no te quedes en el recuerdo, no solo con la memoria, ten esperanza. Vendrán tiempos mejores, en que veas todo esto y lo que venga como un ejercicio que te ha hecho más fuerte, vendrán días en que la vida vuelva a gritar con el canto más hermoso que hayas oído jamás. Vendrán días en que sepas qué es lo realmente importante, y puedas darle la consideración que se merece. Porque si lo malo puede guiarnos de lo bueno a lo mejor, bien merece la pena arriesgar.

viernes, 5 de octubre de 2012

Dust in the wind

Hoy os traigo un tema que sin duda es una de las canciones más famosas de la historia, Dust in the wind de Kansas. Es complicado encontrar una canción más bella, más profunda y a la vez más fatalista, más pesimista y, en términos generales, más real.

Aunque sepamos a ciencia cierta que no es verdad, nos empeñamos en pensar que estaremos aquí para siempre, que de alguna manera el día en que no estemos sobre la tierra llegará. Pero lo cierto es que la muerte está ahí, lo cierto es que nuestro paso por este mundo es tan transitorio y olvidadizo que el símil de "polvo en el viento" no puede ser más acertado. Muchas veces nos creemos inmortales, indestructibles, inmejorables, y canciones como esta nos ponen los pies en la tierra, en la escalofriante realidad de que necesariamente tenemos que morir. En el salmo 90 de la Biblia, se nos presenta otro símil muy acertado para esta realidad, dice que "(los hombres) son como un sueño al amanecer, como la hierba que crece: a la mañana reverdece y florece, a la tarde se marchita y se seca."

Os dejo con esta preciosa canción acompañada de la traducción que he hecho para vosotros. Espero que la disfrutéis y que nos ayude a despertar a la verdad, que aunque incómoda para muchos, no puede ser más cierta. Todos hemos de morir, ¿estás preparado?

Kansas- Dust in the wind

Cierro los ojos,
solo por un momento,
y el momento se fue.
Todos mis sueños
pasan ante mis ojos,
esa curiosidad.

Polvo en el viento,
todo lo que son es polvo en el viento.

La misma antigua canción,
solo una gota de agua
en un mar interminable.
Todo lo que hacemos,
Se desmorona
aunque nos neguemos a verlo.

Polvo en el viento,
todo lo que somos es polvo en el viento.

No te aferres,
nada es para siempre
excepto la tierra y el cielo.
Se escabulle,
y todo tu dinero
no comprará un minuto más.

Polvo en el viento,
todo lo que somos es polvo en el viento.
Polvo en el viento,
Todo es polvo en el viento.




"Y tal como está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio." Hebreos 9:27

miércoles, 3 de octubre de 2012

Intolerante "tolerancia"


Lo siento, no todo me parece bien. Pero creo que ese es uno de los pilares fundamentales de la autentica tolerancia, el ser capaces de respetar a las personas, y tener opinión acerca de las ideas, aunque no sea una opinión que concuerde con la de la otra persona. Y de la misma manera que no pido que todo el mundo acepte como lo mejor aquello que yo pienso, hay ideas, inclinaciones y opiniones que no me parecen bien.

Me temo que estamos entrando en una dinámica de “tolerancia” intolerante. Y baste un ejemplo para aclararlo.

Mi familia tiene una casa rural en un pueblo. La casa es administrada básicamente por mi madre, y un buen día recibió una llamada telefónica de un portal de turismo “gay”, le ofrecían el entrar a formar parte de su base de datos y poder contar con la casa rural para sus clientes. Mi madre trató de explicarle a la mujer que llamaba que llevaba con la casa abierta ya más de 12 años, que había acogido a todo tipo de personas en ella y que nunca había preguntado las inclinaciones sexuales de sus clientes, que eso era algo que no le interesaba en lo más mínimo. Pero, que ella es cristiana, y que piensa que no es buena cosa la homosexualidad por sus creencias, así que, sintiéndolo mucho, tenía que rechazar la oferta de entrar a formar parte de este “portal gay”.

Y entonces  fue cuando se encendieron los siete infiernos. La señorita que había llamado desde este portal para ofrecer la entrada a una casa rural a su negocio, irrumpió en insultos y exclamaciones vociferantes contra mi madre que, arrinconada al otro lado de la línea, tuvo que soportar todas las palabras que salieron de la boca de la chica del “portal gay”.

“Intolerante”. Ese fue el eje vertebral de la crítica contra mi madre en ese caso, y contra todo aquel que no acepta todo como bueno.

El tema de la homosexualidad no es el único caso en el que esto pasa, pero sí que creo que es un buen ejemplo, además, lo más probable, es que sea uno de esos temas respecto al que la mayoría de vosotros no estaréis de acuerdo conmigo, pero de eso se trata la tolerancia, de saber respetar a la persona aún cuando no estás de acuerdo con ella.

Yo tengo amigos que son homosexuales, y creo que en ningún momento se podrán quejar de que me he metido con ellos o que los he vejado. Pero lo que pienso es lo que pienso, y el caso es que no me parece algo bueno, no creo que sea natural y estoy seguro de que Dios rechaza esta práctica. No tengo nada en contra de los homosexuales, pero sinceramente pienso que es algo malo.

Y si meditamos acerca de la libertad, creo que se trata de esto mismo. Así como la chica de esta página web tiene todo el derecho del mundo a especializarse en esta clientela tan selecta, con tanto poder adquisitivo y tan pocas cargas familiares, mi madre tiene todo el derecho del mundo a negarse a aceptar esta oferta, faltaría más.

Hoy me gustaría reclamar mi derecho y el de todas y cada una de las personas a ser diferente, a pensar diferente. Durante mucho tiempo se ha estado luchando para que todo el mundo pudiera pensar lo que quisiera y actuar libremente dentro de un orden. El problema es que cuando eso ha llegado, se ha llegado al extremo opuesto y ahora todo el mundo debe pensar que todo está bien, porque si no aceptas como bueno todo, serás tildado de intolerante.

Me encanta charlar con otros sobre temas en los que no estamos de acuerdo. Creo que es un ejercicio que nos enriquece y que nos ayuda a conocernos todos mejor. No pido que todo el mundo acepte como bueno todo lo que yo hago o pienso, solo pido que se respete a la gente. La chica esta que llamó a mi madre retrógrada, intolerante, medieval, homófoba, monja, y todas las barbaridades que se le ocurrieran, solamente por rechazar su oferta de negocios, sin haberse metido con nadie ni haber hecho nada por herir sensibilidades, demostró ser infinitamente más intolerante, más corta de miras, más retrógrada y más de todas aquellas barbaridades que se le ocurriera decir que mi madre.

Lo dicho, lo siento en el alma, pero no todo me parece bien. Aceptalo.

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