Hoy he visto algo en la televisión mientras comía que me ha
dado bastante que pensar.
El caso es que, en los anuncios, he visto un comercial de
una marca de yogures en el que, por la calle había una serie de personas hablando, cada persona a la que enfocaban iba enumerando las virtudes y milagros de estos yogures en cuestión. Unos decían
que le gustaba mucho el sabor, otro que eran más baratos que aquellos otros, que
en los análisis que se había hecho tenía menos colesterol desde que tomaba esos
yogures o que iba mejor al baño, qué se yo.
Pero lo que vi que me ha hecho meditar ha sido el último
personaje que hablaba en el anuncio. Era un hombre que ya tendría sus cincuenta
y tantos perfectamente, con cara de tipo listo y contaba los beneficios de
tomar ese producto desde un punto de vista científico. No recuerdo qué decía exactamente,
la verdad es que poco me importa. Pero lo que me ha dejado pensando es el ver la
cara de extranjero que tenía el tipo, y el fuerte acento inglés del supuesto
experto. El resto de los que salían en el anuncio eran españoles, perfectamente
madrileños o castellanos por el acento, y decían cosas del día a día, que si es
más barato, que si le ayuda a hacer mejor de vientre, que si sabe a un pedacito
del cielo. Cosas menores y sin mayor importancia. En cambio el último, el más trascendente, el que dice las cosas elevadas, al que hay que atender, él es extranjero,
de donde viene todo lo bueno, y no solamente eso, es que casi ni sabe hablar
castellano.
No sé si estoy extrayendo un mensaje de ahí que solamente
está en mi mente, pero creo que en anuncios como este, hasta el más mínimo
detalle está pensado y controlado. No creo que el poner a los españoles a decir
las bajezas y al extranjero inteligente a hablar como el auténtico sabio haya
sido un accidente sin mayores pretensiones.
Creo que esta mentalidad existe en nuestra sociedad, en
nuestro país. Lo bueno siempre viene de afuera. Y tiene que venir de afuera. En
España sabemos divertirnos, comer bien, echarnos la siesta, si eso jugar a fútbol
y poco más. No nos pidas más porque la verdad es que de nunca hemos sido muy
avispaos. El anuncio no está exponiéndonos nada nuevo que tengamos que aceptar
o no, se limita a poner en imágenes lo que nosotros “ya sabemos”. Que los
españoles somos tontos, que hasta que no nos lo dice un extranjero algo no
puede darse por bueno o por útil. En España solamente sabemos inventar cosas
que tengan un palo pegado.
Y mientras tanto, miles de jóvenes españoles, sobradamente
preparados con el dinero del estado, pagado por estos españolitos cortos de
miras, se están yendo a otros países, países que no pusieron un duro en su
formación a trabajar en puestos que les están vedados en España. Porque en
nuestro país es mejor no invertir en investigación, ni aprovechar a los jóvenes
en los que invertimos. Si total, las cosas buenas ya las inventan los
extranjeros.
Yo quiero decir que todo esto es mentira. No es que el
anuncio esté siendo malvado o trate de engañarnos, se limita a representar la
idea que ya tenemos en esta sociedad. Pero esta sociedad está equivocada. No
creo que seamos más tontos que otros o menos capaces, lo que ocurre es que es
precisamente esta “leyenda negra” que nosotros solitos nos hemos formado, la que
se retroalimenta y hace que sea verdad. Si no investigamos en España, si
dejamos que los jóvenes más prometedores y mejor formados huyan de nuestro país,
entonces todo se inventará fuera, está claro. Se inventará fuera aunque sean
los españoles los que lo inventen.
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