jueves, 26 de abril de 2012

Querido teólogo


Estudio teología. Eso es lo que hago. Es algo un poco raro y lo sé, para empezar, porque veo la cara que pone la gente cuando se enteran de lo que hago. No es algo que esté de moda, no es algo con lo que me vaya a hacer de oro en el futuro, ni siquiera sé que va a ser de mí a ciencia cierta, aunque eso no es ninguna novedad para casi nadie tal y como están las cosas. Pero la verdad es que me encanta. Dios es algo respecto a lo que, cuanto más aprendo, más quiero saber.

Pero el estar estudiando esto, no me hace un teólogo. Ni siquiera el terminar los estudios de teología te hace teólogo. De la misma manera que estudiar filosofía no te hace filósofo. Alguno por ahí pondrá una cara un poco extraña. Terminar los estudios de ingeniería te hace ingeniero, de psicología te hace psicólogo, de derecho te hace abogado, etc. Pero para ser teólogo, el requisito no es el haber terminado unos estudios y llegar a un rango de sabiduría de ese tema, ni siquiera lo consigues escribiendo libros acerca de todas las religiones del mundo o haciendo una tesis que deje boquiabiertos a los miembros del tribunal, no.

El requisito básico para ser teólogo es existir, pensar, ser. Así es. Y prestad atención que no he dicho que este requisito es creer, porque podría malinterpretarse. Porque lo que quiero trasmitir es que absolutamente todo el mundo es teólogo, que tú eres teólogo, incluso aunque pienses que no crees en nada, por la sencilla razón que no creer en nada es creer en algo, aunque ese algo sea que no hay nada. Me explico, si tu caso es que no sigues ninguna religión establecida, o no la sigues de una manera concienzuda, practicante, para entendernos, no significa que no tienes ninguna opinión al respecto, todo lo contrario. Si no crees en ninguna religión establecida es precisamente porque tienes una opinión al respecto, una que, en tu mente al menos, niega la validez de estas religiones.

El caso que decía antes de la filosofía es exactamente el mismo. El no haber estudiado a los filósofos clásicos y no tener ni idea de qué pensaba Kant no significa que no hagas filosofía, incluso aunque no sepas qué es la filosofía. Tienes una cosmovisión, que no es sino una manera de ver la vida, que te permite analizar todo lo que te rodea y crear una opinión al respecto, una explicación. Eso es ser un filósofo, el lograr interiorizar una idea personal del mundo exterior que está ahí fuera.

Si eres católico, eres teólogo, porque tienes una opinión religiosa basada en una serie de normas, ritos y dogmas que, mezclados con tus opiniones personales, que te hacen interpretar la vida desde un prisma religioso particular. Si eres agnóstico, y piensas que algo debe haber ahí fuera, algo que ha hecho todo lo que vemos, pero no entiendes muy bien cómo podemos llegar a entender esa fuerza, tienes una opinión religiosa que te hace interpretar la vida y lo que los demás dicen respecto a esto, luego eres teólogo. Si eres ateo y piensas que no existe nada parecido a un dios o una fuerza invisible que, de alguna manera, puede interferir o afectar nuestras vidas, tienes una opinión religiosa al respecto, una que te hace ver la vida de una determinada manera y tener una idea personal respecto a lo que yo cuento en mi Pajarería, y eso te convierte en teólogo.

Con esto no estoy diciendo que son iguales todas las interpretaciones en esta cuestión o que todos somos teólogos al mismo nivel. Está claro que alguien que solamente se ha acercado a la teología para repetir como un papagayo una serie de fórmulas mágicas y no piensa en nada de mayor trascendencia, sino que se limita a seguir instrucciones porque sí, no es teólogo al mismo nivel de alguien que realmente este tema le preocupa y no acude a Dios por ignorancia, sino para conocer sinceramente. No tienen nada que ver. Pero lo que no cabe duda es que el personaje que solamente se dedica a repetir palabras sin saber siquiera lo que significan, lo hace por algo, y a su manera, es teólogo. Y con esto tampoco estoy diciendo que toda persona que, sinceramente se acerque a estos temas tenga razón, para nada. Para alguien que haya seguido más o menos lo que escribo, tendrá claro que no soy muy políticamente correcto respecto a esto y no tengo ningún reparo al decir que la única religión auténtica es la que acepta la muerte de Cristo a nuestro favor, y que esa es la única manera de acercarnos a Dios. Pero esto no niega validez al hecho de que aún la persona que niega esto que pienso es teóloga.

Eres teólogo. Eres filósofo. Interpretas el mundo desde tu prisma. Sigues una religión (probablemente no una religión reglada, no una escrita en piedra y que va variando según vives diferentes experiencias en la vida, quizá una religión que se basa en afirmar que la religión es el cáncer de la humanidad, y que todo esto de los curas y sucedáneos es una mentira y un comecocos, pero una religión al fin y al cabo). Eso es un hecho.

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