viernes, 29 de abril de 2011

Gaia

Los seres vivos son algo tremendamente complejo. Para que pueda existir la vida en un cuerpo biológico, este ser tiene que poseer unas condiciones que incluso con toda nuestra comprensión y conocimiento científicos somos incapaces de conocer completamente. Esto es algo de lo que ya he hablado y que dudo que haya nadie con un mínimo de raciocinio que ponga en cuestión. Nuestra fisionomía, en todos los sentidos, es algo increíblemente complejo, algo tan impresionante, tan lejos a nuestra comprensión que desafía nuestra inteligencia. Poppe dijo : “Si nuestro cerebro fuera lo suficientemente sencillo para que lo pudiéramos comprender, nosotros seríamos tan estúpidos que no podríamos comprenderlo.”

Pero así como es tremendamente complejo nuestro organismo, también es impresionante todo lo que nos rodea. Todo lo que hace posible que estos cuerpos, que estos seres vivos puedan crecer, puedan reproducirse, puedan alimentarse, respirar, autorregularse. La verdad es que el planeta en el que vivimos está compuesto de tantos factores que hacen posible nuestra existencia que, nuevamente, el hecho escapa a nuestro control y a nuestras mentes.

Es sorprendente cómo tantísimos elementos como la atmósfera, los seres vivos desde los más complejos como nosotros hasta los seres unicelulares, las mareas, los océanos, las masas continentales, las nubes, los vientos, absolutamente todo, presenta unas características de autorregulación perfectamente orquestadas y distribuidas para que sea posible nuestra existencia.

No creo que sea un disparate la visión del mundo que presenta la vida del globo como un enorme ser vivo. Algunas de las religiones más antiguas presentan a la naturaleza como una diosa, seguramente habréis escuchado acerca de Gaia. Esta deidad es algo así como la diosa Eywa de los Na'vi en la película de Avatar. Incluso hoy hay mucha gente que, si no venera a la “Madre Naturaleza”, por lo menos de una manera ideal o pseudo espiritual afirma su existencia. No me parece muy extraña esta visión ni un disparate el pensar que funciona así porque la verdad es que la naturaleza que nos rodea es tan increíblemente compleja, tan finamente ajustada, con tanta capacidad autorreguladora que resulta muy complicado el entender que todo eso pueda estar ahí y seguir funcionando si no hay alguien más allá que lo maneja con tal precisión, con tanto control.

El tema es que, como decíamos antes, el equilibrio de todo esto, para que nuestra amiga “Gaia” pueda seguir adelante, protegiendo a sus chiquillos, es precisa la existencia de los árboles, de los microorganismos, de los grandes seres, de las nubes, del monzón, del cierzo, de la flora intestinal, de los escarabajos peloteros, de tantas cosas que me es bastante difícil el imaginar cómo pudieron surgir seres sin las condiciones favorables, como las que tenemos ahora, y que pudieran evolucionar hasta lo que son actualmente. O que las condiciones se pudieran dar sin estos seres, pues ellos son la base de muchas de ellas, de prácticamente todas. Supongo que la solución para sus defensores será que se “crearon mutuamente mediante una serie de evoluciones aleatorias y favorables”, así es su respuesta para todo.

Eywa, Gaia o como se quiera llamar, existe. Probablemente no tenga conciencia ni sea una diosa, pero ahí está. El mundo es como un gran ser viviente, perfectamente ajustado, autorregulado, una autentica obra maestra de la ingeniería divina. Otra prueba más de, no solamente la existencia de un creador sumamente inteligente, sino de la profunda ignorancia del ser humano.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

titi, una entrada por lo menos, preciosa, a parte de que el mundo sea o no sea creación de Gaia, si es cierto que todo lo que nos rodea es Gaia. Me ha gustado bastante :) y como paso de entrar por cuenta en google te pongo anónimo jajaja

Ricardette dijo...

Genial...el problema llega cuando nosotros pretendemos introducir notas discordantes en su pentagrama...


Un abrazo!!

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