lunes, 25 de abril de 2011

Punt

Cuando hablamos acerca del descubrimiento de América, inmediatamente nos vienen a la mente aquellas carabelas gobernadas por el genovés Cristobal Colón llegando, después de un duro periplo, a la isla de San Salvador tal y como nos enseñaron nuestros maestros en el colegio. Después, si meditamos algo más nos acordamos que hace algunos años vimos un documental que decía que los primeros en llegar realmente fueron los vikingos, que tuvieron colonias en algunas islas de Groenlandia en los primeros años del pasado milenio.

Pero hoy quiero presentaros otra hipótesis de las muchas que hay.

Aunque nos pueda parecer que los egipcios no eran muy buenos navegantes, que se limitaban a viajar por el Nilo en sus barquitas de juncos, la verdad es muy diferente. Los egipcios, como en casi todo, en náutica tenían una tecnología asombrosa. El Torquetum, o como lo llamaban los egipcios, el tanawa, fue un invento de los habitantes del Nilo, que usaba las posiciones de los astros para determinar distancias y direcciones. Los grandes navíos egipcios, con su base plana, eran perfectos para grandes travesías marítimas. Aprovechando las corrientes de aire y las marinas, podían viajar a gran velocidad, y cuando no contaban con estos “motores” llevaban un ejército de remeros para suplir estas fuerzas.

Dibujo del tanawa

En el año 232 a. C. zarpaba del Mar Rojo una expedición de seis naves bajo el mando de Rata y Mawi, amigo de Erastótenes. Pues bien, según Rick Sanders en su trabajo “Ancient navigators could have measured the  longitude” habrían llegado al continente americano cruzando el Pacífico. Prueba de ello son los dibujos del tanawa encontrados en las “cuevas de los navegantes” en Nueva Guinea Occidental, que puede perfectamente ser uno de los lugares donde pararon antes de aventurarse al mar infinito y, de hecho, datan de la misma época. Así mismo, en las proximidades del lugar del dibujo, encontramos una inscripción de la misma época. El litogrifo se tradujo como sigue:

Límite sur de la costa alcanzada por Mawi. Esta región es el límite sur de la tierra montañosa que el comandante reclama mediante proclamación escrita en esta tierra triunfante. A este límite sur llegó la flotilla de barcos. El navegante reclama esta tierra para el rey de Egipto, para su reina y para su noble hijo, comprendiendo un curso de 4.000 millas escarpado, poderoso, levantado en lo alto.
                                                    Agosto, día 5  del año 16 del Rey”.

Otro tema interesante en este sentido son las tierras de Punt. El primer viaje del que se tiene referencia es en los tiempos del faraón Sahure de la V dinastía, alrededor del 2550 a. C. Sus barcos trajeron de Punt y de las numerosas otras tierras e islas donde hicieron escala incienso, mirra, oro, plata, maderas preciosas y esclavos.

El faraón Asa (Isesi) siguió el ejemplo de Sahure, hacia 2400 a.J.C.,  y envió también sus flotas hacia la Tierra de Punt.  Una princesa de la VI dinastía se llevaba a su tumba,  para el viaje al País de los Muertos, color de labios con base de antimonio, un metal totalmente desconocido en Egipto y en sus países vecinos. De la misma época es la piedra tumbal de Knemhotep, piloto de  Elefantina, que había hecho once viajes a la Tierra de Punt.

En la IX dinastía, se realizaron numerosos viajes ordenados por la reina Hachepsut cuyas relaciones están grabadas en el templo de Deir-el-Bahari que ella mandó edificar en Tebas en honor de Amon-Ra. La expedición principal de Hachepsut se componía de por lo menos cinco  grandes navíos de treinta remeros cada uno. Salieron en 1483 a.J.C. de un punto del Mar Rojo  y tardaron tres años en regresar. Una de las inscripciones del templo de Deir el-Bahari dice: “Los habitantes de Punt preguntaron: ¿cómo habéis llegado a este país desconocido de los hombres? ¿Habéis venido volando por los senderos del cielo,  o habéis navegado por el Gran Océano del País de los Dioses?”

La expresión “Gran Océano”, si designa al Océano Pacífico, como parece indicar, entonces la legendaria Punt debería estar a la otra parte de este enorme océano.

Hay otras teorías que sitúan Punt en Eritrea, Somalia o Zimbawe, pero, el caso es que un trayecto tan corto no justifica la duración de tres años de viaje que nos cuentan los egipcios. También están los casos de la princesa con el pintalabios imposible, o algunas momias que presumiblemente fueron aromatizadas con algunas especias como la cocaína, presente únicamente en el continente americano.

Existe una tierra, al lado del Lago Titicaca, llamada por los indígenas Puno, del que proceden, curiosamente, la mayor parte del oro, plata y antimonio de todo Perú. Extrañamente, en este lugar, tienen una curiosa manera de construir sus barcos, con totora, parecido al junco del Nilo, y sospechosamente parecidos a los barcos egipcios.

1 comentario:

Anónimo dijo...

si, de hecho es casi seguro que los primeros que visitaron tierras americanas fueron los egipcios, pero claro, despues de tanto tiempo no hay pruebas concluyentes que prueben que fué así. Me acuerdo que hace tiempo vi un documental en la tele que desarrollaba y explicaba esta teoría y no creo que sean simples coincidencias o datos aislados que lleven a tal conclusión, creo que realmente fué así, de hecho, no hay mas que comparar las piramides egipcias y las de las civilizaciones precolombinas... Daniel Muñoz

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