miércoles, 28 de marzo de 2012

Relativismo


Hace un poco, estaba releyendo la entrada que publiqué hace justamente un año. Ahí prometía que seguiría hablando sobre algo que realmente no he vuelto a mencionar, así que de eso me gustaría hablar hoy, de eso que se ha dado por llamar relativismo.

El posmodernismo es una palabra bastante difícil de expresar porque comprende muchas disciplinas como la filosofía, el arte, o la religión. Pero lo que sí que se puede decir es que surgió como reacción al racionalismo estricto del modernismo elevando la subjetividad moral por encima de la objetividad reinante en el modernismo. Es decir, en reacción ante la lógica matemática del modernismo (o en todo caso, después), surgió un movimiento llamado posmodernismo que se basa en el relativismo y ha sido el principal instrumento por el cual actualmente es tan importante en nuestra sociedad.

Lo que viene a decirnos el relativismo es que no existen verdades ni valores absolutos y que, por lo tanto, es el individuo, desde su prisma cultural, ideológico y religioso, el que debe seleccionar lo que, para él, es verdad. Porque el hecho es que la verdad no puede llegar a ser conocida. Así dicho puede sonar muy poético, pero estas afirmaciones tienen varios problemas de base.

El primero y más obvio, es que la sentencia no existen verdades ni valores absolutos es una paradoja, es un absurdo lógico y, por lo tanto, debe ser rechazado de entrada. Me explico. Esta afirmación en sí misma pasa por ser una verdad absoluta, se niega categóricamente algo, eso es un absoluto. Pero si esa misma afirmación niega las verdades absolutas, entonces nos encontramos con que se niega a sí misma, con lo cual jamás podrá llegar a ser cierta.

Está claro que para una persona, el venir de un trasfondo o de otro influye en la manera en que entienda lo que sucede o incluso en la manera en que reaccione al respecto. Está claro que lo que sucede dentro de nuestras mentes nos coarta, nos impulsa, nos afecta, nos hace creer una cosa u otra. Es posible que tengamos un hecho, que ha habido un accidente de coche en el que han muerto 3 personas, y diferentes personas con diferentes trasfondos lo puedan interpretar de diferentes maneras, pudiendo uno llegar a pensar que el conductor se ha chocado contra el árbol porque iba discutiendo con su mujer por teléfono y otro pensar que lo ha hecho porque ha sido el castigo de Dios por no haber bajado la basura la noche anterior. Son dos interpretaciones completamente diferentes de un mismo hecho. Pero lo que no podemos considerar como verdad son las interpretaciones de esos dos personajes, sino que ha habido un accidente de un Opel Corsa rojo, en el que se ha estampado contra un árbol y han muerto tres varones de 19, 23 y 45 años. No es que haya diferencia entre mi verdad y la verdad, es que mi verdad es una opinión, la verdad es objetiva, incambiable y única, por eso es verdad. Mi opinión tendrá más o menos de verdad según esté más o menos en consonancia con la verdad.

En cuanto a la sentencia la verdad no puede llegar a ser conocida, también muy común, se trata de otra auto negación. Me explico. Es demasiado presuntuoso el decir que la verdad no puede llegar a ser conocida, por el sencillo hecho de que para hacer esa afirmación con total convencimiento y sin miedo al error, el que la hace debería conocerlo todo, y haberse asegurado inequívocamente de que no existe la manera de conocerla por ningún método. El problema llega cuando esa persona, que ya ha sondeado los misterios de la sabiduría, la filosofía, la religión y de todas las disciplinas existentes, y ya ha adquirido el saber suficiente como para atreverse a hablar en esos términos tan absolutos (términos de los que ya antes negó su existencia) como si hablara en nombre de la verdad, niega la validez de su propio razonamiento al explicar que no es posible conocer lo que él, de hecho, ya conoce. Simplificando, lo que dice es que él conoce la verdad, y que, por lo tanto, conociéndola, puede negar la capacidad de conocerla. Otra paradoja, un poco más complicada de captar, pero igual de imposible.

Yo creo firmemente que la verdad existe, por el sencillo hecho de que todo intento de negarla resulta en un absurdo y porque, sinceramente, creo que un árbol que se cae en medio del bosque, lo hace aunque nadie lo vea, aunque no afecte a nadie y aunque nadie tenga una opinión al respecto. No es una cuestión, únicamente de si yo creo esto u lo otro y tú crees lo contrario, y todos tan contentos. Es una cuestión mucho más grave y mucho más importante. ¿Qué es la verdad? Parece una pregunta un poco tonta, demasiado genérica y sin demasiada importancia, pero lo cierto es que tiene muchas más trascendencia de lo que parece.

Prometo continuar hablando del tema. He hablado.

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