jueves, 3 de marzo de 2011

Un creador personal

Existen dos tipos de explicaciones para un evento, la explicación científica y la explicación personal. Las explicaciones científicas relatan un fenómeno en términos de ciertas condiciones iniciales y leyes naturales, las cuales declaran cómo esas condiciones iniciales evolucionaron para producir el fenómeno bajo consideración. En contraste, las explicaciones personales ponen el enfoque en términos de un agente y la voluntad de ese agente.


Imagina que entras en una cocina y ves la tetera con agua hirviendo en la estufa. Preguntas “¿Porqué está hirviendo el agua de la tetera?”. Tu mujer puede decir: “Bueno porque la energía cinética del fuego es conducida por el fondo de metal de la tetera hacia el agua, ocasionando que las moléculas de agua vibren cada vez mas rápido hasta que son lanzadas en forma de vapor”. Esa sería la explicación científica. O podría decirte: “La encendí para hacer una taza de té”. Esa sería una explicación personal. Ambas son válidas, pero explican la realidad de una manera diferente.


Como hablamos ayer, la filosofía nos ha dado una base lógica para demostrar la existencia de Dios, o al menos, la existencia de una causa trascendental del universo. El caso es que no podemos tener una explicación científica del primer estado del universo. Debido a que es su primer estado, simplemente no puede ser explicado en términos de condiciones iniciales anteriores y leyes naturales que lo lleven a él, así que si hay una explicación del primer estado del universo, tiene que ser una explicación personal, es decir, un agente que tiene voluntad para crearlo. Esa es la primera razón de que la causa del universo debe ser personal.


Una segunda razón es que debido a que la causa del universo trasciende el tiempo y el espacio, no puede ser una realidad física. En lugar de eso debe ser inmaterial y no física. Bueno, hay solo dos tipos de cosas que pueden ser inmateriales y sin tiempo. Uno puede ser los objetos abstractos, como los números o las entidades matemáticas. Sin embargo, los objetos abstractos no pueden provocar que algo suceda. El segundo tipo de realidad inmaterial sería una mente. Una mente puede ser una causa, y así tiene sentido que el universo es el producto de una mente sin cuerpo que lo trajo a la existencia.


Una tercera razón por la que la primera causa tiene que ser personal es la siguiente. El agua se congela a cero grados centígrados. Si la temperatura fuera de menos de cero grados desde el pasado eterno, cualquier agua que existiera estaría congelada desde ese pasado eterno, es lógico. Sería imposible para el agua simplemente empezar a congelarse hace un tiempo finito. En otras palabras, una vez que se cumplieran las condiciones iniciales, es decir, que la temperatura fuera inferior a cero grados, las consecuencias serían que el agua automáticamente se congelaría. Así que si el universo fuera solo una consecuencia mecánica que ocurriría cuando las condiciones suficientes se dieran, y las condiciones suficientes se cumplieran eternamente, entonces éste existiría desde el pasado eterno. El efecto sería coeterno junto con la causa. ¿Cómo explicas entonces el origen de un universo finito a partir de una causa sin tiempo? Solo se me ocurre una explicación, que la causa del universo es un agente personal que tiene libertad o voluntad. Puede crear un nuevo efecto sin ninguna condición determinante previa. Él podría decir: “Hágase la luz”, y el universo saltaría a la existencia.


El físico británico Edmund Whittaker dijo: “No hay fundamento para suponer que la materia y la energía existieron antes y de repente se galvanizaron en acción. ¿Qué podría distinguir ese momento de cualquier otro momento en la eternidad? Es más simple postular que la divinidad constituiría la naturaleza de la nada.”


Prometí que sería breve, y creo que es suficiente por hoy, seguiremos hablando de estos temas y procuraré abarcar otras ramas del conocimiento humano que dan validez a la teología simplemente para mostraros que la eterna ruptura entre la fe y la razón, entre Dios y la ciencia, es un invento del ser humano, solamente para haceros ver que realmente tiene sentido creer en Dios. Y, esto es lo importante, me gustaría llegar a ver que ciertamente podemos llegar a conocer a este creador personal del que hablábamos hoy de una manera íntima y profunda. Pero eso será otro día.


Muchas gracias por vuestra atención.


*Información obtenida de "El caso del Creador", de Lee Strobel.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta claro que existe una causa transcendental del universo, pero lo que no entiendo es por qué esa causa tiene que ser el Dios biblico u originada por el. Para mi el dios biblico es una divinidad creada por el hombre con un origen totalmente distinto y separado con lo que realmente es Dios, que en este caso para mi Dios sería precisamente esa causa transcendental del universo o lo que dio origen a ella.

El Tío Poe dijo...

En la entrada "el argumento Kalam" explicaba que debe haber una causa trascendental del universo, lo que vengo a decir en esta entrada es que esa causa trascendental es personal, es decir, un agente dotado de voluntad e inteligencia que toma la decisión de crearlo todo. Al tema del Dios de la Biblia ya llegaremos, paciencia amigo mío.

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