Millones de parejas a lo largo y ancho de todo el mundo
celebran hoy su gran día, la celebración del amor y la pasión entre dos
personas. Es el gran día de las floristerías y las tiendas de perfumes. Es San
Valentín.
Se supone que esta fiesta está basada en un mártir con este
nombre. El problema es que, en las listas de mártires, confeccionadas en los
primeros siglos de nuestra era, hay tres valentines cque así se llaman. Dos de
ellos fueron obispos que fueron sepultados en las cercanías de Roma y otro más
que murió en el norte de África.
Actualmente no se sabe a ciencia cierta de qué mártir tomó
el nombre esta festividad, pero la verdad es que lo más probable es que el
inicio de esta celebración sea más producto de leyendas que de bases históricas.
La Enciclopedia Católica
califica esta festividad como que “carece de valor histórico” y de hecho,
debido a esto mismo, San Valentín fue eliminado del santoral en 1969. Es más un
cúmulo de leyendas que se han unido y acrecentado a lo largo de los siglos.
De hecho, lo más probable es que esta fiesta sea más antigua
que el propio cristianismo, se enlaza con las fiestas lupercales del Imperio
Romano, rituales paganos en homenaje a Fauno Luperco (de 'lupus', lobo, Pan
para los griegos) que protegía a los pastores y los rebaños, y que se
celebraban el 15 de febrero de cada año, cinco semanas antes del comienzo de la
primavera. Después, en la Edad Media,
diferentes poetas la enlazaron con el hecho de que es en estos días cuando se
aparean los pájaros, ya de por sí símbolo del amor y de la pasión entre la
pareja.
El caso es que, aunque ya no sea oficialmente, según la Iglesia Católica, un santo,
Valentín se ha convertido en un fenómeno de masas, probablemente más aclamado
por El Corte Inglés que por necesidades propiamente dichas.
Es muy bonito que exista un día en el que acordarse de la
pareja, en que hacerse regalos y recordar qué fue aquello que hizo que te
enamorases de esa persona. Pero lo que no me parece tan bien es en qué se ha
convertido. Actualmente estás obligado a regalar algo a tu pareja cada 14 de
febrero. No lo haces porque la quieras o porque te apetezca, ni siquiera para
tener un detalle, lo haces porque estás obligado.
¿Por qué no puede ser tu día de celebrar tu amor un 16 de
abril, o un 11 de julio?¿Por qué no celebrar vuestro amor cada día, en cada momento? ¿Por qué no regalarle flores a tu mujer un día cualquiera, para celebrar que te ama, que la tienes en tu vida, que existe?
Aún así, hoy en que tanta gente celebra lo que siente, el
sentimiento más bonito de todos, el que más importa en esta vida, por el que,
seguramente, estarías dispuesto a arriesgar más, querría desearos a tod@s un
muy feliz día de San Valentín.
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